Solomón, el hijo de David, Rey de Jerusalén afirmó en el Libro de Eclesiastés del Antiguo Testamento (Ec. 1.9):
“¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.”
El ocultismo occidental llego a los Estados Unidos al comienzo del siglo pasado llevado por varias sociedades y por numerosos gurues en 1960 y esta ahora resurgiendo en la primera década del siglo XXI. La brujería disfrazada con un toque suavizado esta siendo popularizada por los libros y las películas de Harry Potter.
Inventos gnósticos acerca de Jesús están permeando nuestra cultura. No hay nada nuevo bajo el sol y normalmente los viejos engaños reaparecen como cosa nueva e impactante”.
Igualmente insidioso entre los siervos del Señor es el amor al dinero. En el Libro de Números del Antiguo Testamento, podemos ver la historia bizarra de Balaam (Números 22-24 en contexto) a quién los ancianos miedosos de Moab y Madián le ofrecieron dinero para que maldijera a los israelitas que estaban invadiendo la tierra de Egipto y habían destruido a los amorreos.
Balaan buscó el consejo del Señor y el Señor le respondió” No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es” (Números 22.12). Balaam no tomaría un no por respuesta. Codiciando las riquezas que le ofrecieron, Balaan no quería sino maldecir a los israelitas. Dios se molestó por la actitud de codicia de Balaan (Números 22:22-23). Dios envió un ángel que se parara en el camino y lo matara, pero Balaan advertido por su asna que le habló, se arrepintió y reconoció su pecado. Sin embargo, esto no le
A pesar de las peticiones de Balac, el hijo del rey de Moab, esto no le impidió buscar el permiso de Dios un par de veces adicionales para maldecir a los israelitas. La segunda vez impelido por Balac, Balaam quiso saber de Dios, si estaba o no bien maldecir a una parte de los israelitas y no a todos ellos. En vez de eso, Balaam bendijo a los israelitas tres veces en la presencia de Balac, quien molesto y en disgusto le dijo a Balaam que había planificado promoverlo honrándolo. Ahora le ordenó a Balaam que se fuera a casa.
Este comportamiento extraño de Balaam queriendo maldecir a los israelitas para obtener fama y fortuna mientras que estaba temeroso de la ira de Dios, es mas o menos lo mismo que nos sucede y que experimentamos muchos de nosotros, especialmente los líderes en el ministerio. Cuando Balaam buscaba a Dios, Dios se encontraba con el y le decía lo que el quería. Balaam tenía acceso a Dios tal como nosotros y cuando quiera que busquemos a Dios, Él responderá. El problema es que no necesariamente queremos seguir la voluntad de Dios. Tal como Balaam, peleamos y luchamos contra la dirección de Dios. No nos gusta lo que Dios tiene que decir, así que luchamos con el. Racionalizamos un tipo de conducta contrario a la voluntad de Dios y eventualmente vendrá el juicio de Dios sobre nosotros. Peor de la advertencia que tomamos de este asno parlante, Balaam debió haber sido muerto por el ángel de Dios. Eventualmente Balaan fue asesinado por los israelitas durante la guerra de Dios contra Madian (Números 31). La nota al pie de página dice así: “Balaan, el hijo de Beor, también fue muerto” (Números 31:8). En una nota similar leemos el epitafio de aquellos que combatieron contra Dios incluyendo a políticos, hombres de negocios, personalidades de Hollywood, predicadores y sanadores.
Hay muchos “falsos profetas” en el ministerio, el trabajo del ministerio no requiere mucho extra excepto por aquellos que están en palacios terrenales. Todos los falsos profetas necesitan una lengua rápida y un público que lo acepte. En los EEUU el evangelio de prosperidad ha sido desacreditado al final de los 80 motivado a una serie de escándalos que involucraron a tele-evangelistas. El evangelio de la prosperidad algunas veces en el contexto del “pensamiento positivo” o un “servicio de milagros”, esta presentado básicamente por sus proponentes como si fuera “dame a mi y serás bendecido”.
El evangelio de la prosperidad pone un fuerte énfasis en Malaquías 3.10, “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
La pregunta de oro es “¿cual es la casa aceptable a los ojos de Dios? De cierto no es el templo del cual Jesús echó fuera a los cambistas. “escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Mateo 21.13). Jesús confirmo que el diezmar es una práctica del Nuevo Testamento. Usted querrá diezmar al verdadero templo de Dios y no a una “cueva de ladrones”.
El libro de Samuel identifica a dos hijos de Elí, Ofni y Finees, ambos sacerdotes del Señor (1 Samuel 1.3) y como “hombre impíos” (1 Samuel 2.12 en contexto) quienes “no tenían conocimiento del Señor”. Esto nos dice que los sacerdotes del Señor pueden ser hombre impíos. Cuando la carne del sacrificio ofrecida al Señor por gente bien intencionada, esta hervida, sus siervos debían robar parte de la carne con un garfio de tres dientes y amenazar a la gente para que le dieran lo mejor de la carne para asar. Los hijos de Elí dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo. El pecado de Ofni y Finees fue “muy grande delante del Señor; porque los hombres menospreciaban las ofrendas del Señor” (1 Samuel 2.17). Eli supo de su conducta y no hizo nada. Un hombre de Dios vino a él y le dijo el juicio de Dios que caería sobre ellos, una señal que sería la muerte de ambos hijos de Elí en un mismo día.
El mismo Elí engordó de tal manera al comer en demasía de las ofrendas de comida. En una cruenta batalla con los filisteos, Dios permitió que el arca del pacto fuera capturado y los hijos de Elí, Ofni y Finees murieron (1 Samuel 4.11). Cuando el oyó las noticias, estando Elí en la puerta se cayó de espaldas, se rompió el cuello desnucándose y murió. Hay algunos en el ministerio hoy en día que desprecian las ofrendas del Señor hechas por la gente de Dios. Ellos se apropian de esas ofrendas para ellos mismos y no son nada mejor que Ofni y Finees. A menos que se arrepientan, también serán golpeados por la mano de Dios.
Jesús nos urge a ser prudentes, “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes …” (Mateo 10.16). Somos llamados a ser buenos mayordomos con nuestras bendiciones terrenales (Lucas 12.43). No debemos derrochar los recursos que Dios nos da para que los entreguemos a ladrones en engaños religiosos y quienes son falsos profetas. El don del profeta es exhortar, animar, estimular, urgir. Un falso profeta puede llevar un falso mensaje y se presenta a menudo a si mismo bajo falsas pretensiones utilizando el evangelio para obtener ganancias personales.
¿Como reconocemos a tales falsos profetas? Bueno, Jesús nos dice como.
“Por sus frutos los conoceréis, ¿acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo buen árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquél día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:15-23).
Miremos por un momento la vida diaria de una persona en el ministerio. ¿Refleja la vida de la persona las enseñanzas de Jesús? ¿Esta acaso su teología en armonía con la Palabra de Dios? ¿Es el fiel a su iglesia y a su familia? ¿Cuida de su rebaño? ¿Lo trata con cuidado? ¿Es generoso? ¿Esta al alcance de las personas para consejería personal? ¿Es gruñón, fácil de molestarse, insensible, argumentando todo? ¿Está excesivamente interesado en el dinero? ¿Esta su teología firme? ¿Devuelve las llamadas telefónicas, cartas, o correos electrónicos? ¿Ayuda a otros? ¿Esta su casa disponible para el ministerio? ¿Esta al alcance de las personas? ¿Es humilde? Estas son algunas de las preguntas de sentido común que nos dicen si estamos tratando con alguien que es un “hombre o mujer de Dios o estamos tratando con algún farsante.
No crea a las promesas de bendición de un falso profeta si usted le da a el. Si la codicia por una bendición terrenal o por una cura milagrosa no es del Espíritu Santo, estamos apoyando económicamente a un falso profeta, incurrimos en una maldición de Dios. “el cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la maldición …” (Proverbios 29.24). La complicidad financiera o de otra manera con un falso profeta no trae bendición sino maldición. Ser inocente es ser irresponsable.
Usted no esta dando a Dios sino a un hijo del infierno. Aparte de falsa doctrina (Ver los artículos sobre la Trinidad en este sitio web) el consumo conspicuo pagado con el dinero del ministerio es una pista de un “falso profeta”. Vea las costosas limosinas, aviones privados, mansiones, condominios, relojes rolex, anillos de diamantes, guardaespaldas, y en algunos casos, prostitutas, todo eso pagado con dinero del ministerio. Vea todo el dinero que se saquea en las iglesias y ministerios a través de los sueldos extravagantes que se les paga a los fundadores y directores. Mire todos los beneficios otorgados a través del fondo de los ministerios y sus líderes. Para justificar sus saqueos y estos estilos opulentos de vida seguramente escuchará el siguiente versículo “todo obrero es digno de su salario” tomado de Mateo 10.10, a lo cual podemos replicar, “la paga del pecado es la muerte” (Romanos 6.23). Pregúntese, ¿Cómo actuaría Jesús?
El dinero que se gana con esfuerzo que debería ser utilizado para expandir el evangelio de Jesús para cuidar de las necesidades del pobre es derrochado al patrocinar esos estilos de vida. Motivado a la entrega indiscriminada de dinero, a la iglesia se le roban sus recursos. Desafortunadamente las juntas directivas de las iglesias a menudo dan su sello de aprobación para esos gastos dispendiosos de estos autonombrados “hombres de Dios”.
No así Jesús, quien entró humilde y manso a Jerusalén montado sobre un asno, muchos de esos “falsos profetas” buscan que los aclamen y ellos hubieran entrado a Jerusalén en un cortejo de carrozas adornadas en la compañía de grandes hombres de ese tiempo, Herodes, Poncio Pilato, Calígula. Las bailarinas lanzarían pétalos de rosa ante ellos. Estarían acompañados de gran cantidad de músicos similares a los del rey Nabucodonozor ante la estatua de oro (Daniel 3), todo por supuesto, pagado con el dinero del ministerio.
La verdadera bendición viene al obedecer la voluntad de Dios siguiendo sus leyes morales. Dios te creo con un propósito que ningún otro puede cumplir. Tú eres único, él te conoce personalmente y te ama. Te ama de tal manera que se encarnó como hombre y murió brutalmente en una cruz para limpiarte de tus pecados para que puedas tener compañerismo eterno con él. El éxito no puede ser medido en términos monetarios sino en el grado en que alcances el propósito de Dios para el cual fuiste creado. Solo entonces estarás realizado y satisfecho. Si no conoces el propósito de Dios, debes buscarle en oración y pedírselo. Tus talentos naturales, tu personalidad, tus gustos y lo que no te gusta, busca la luz de Dios en los propósitos de Dios para ti.
Mirando a un “falso profeta” que te apura para que le des a el o a su ministerio y seas bendecido “abarata la costosa gracia de Dios que te ha sido dada cuando el rey del universo murió en una cruz para reconciliarte con él”
El no usar la sabiduría que Dios nos da para discernir espíritus engañosos detrás de los falsos profetas es malo y pecaminoso. El dar “buen dinero” a individuos que codician es un engaño. El buscar ser sanado del dolor o ser liberado de una situación amenazante de vida por un poder que no es de Dios sino de una fuente demoníaca es también malo y pecaminoso. Una relación personal con el Dios del universo es la perla sin precio y la fuente abundante de gozo eterno. Usted puede reclamar esa relación ahora mismo orando de esta manera con nosotros, “Jesús ven a mi vida, toma el control, te entrego mi vida a ti. Te doy gracias por el perdón de mis pecados y por tu sangre derramada en la cruz”. Comience a leer el evangelio de Juan en una Biblia en su propio lenguaje, puede utilizar la NuevaVersión Internacional, la Versión popular “Dios habla Hoy”, la Biblia al día de la Sociedad Bíblica Internacional, La Biblia de las Américas, la versión Reina Valera, la Biblia en Lenguaje Sencillo, o la Paráfrasis de diferentes versiones bíblicas, y únase a una iglesia cristiana que ame al Señor
Ministerios legítimos están pasando necesidades mientras que las iglesias están dando cientos de millones de dólares al año a actores engañosos que se glorifican a sí mismos y dicen toda clase de cosas que retumban en nuestros oídos (cosas que no siempre tiene fundamento teológico) pero que no están en lo cierto. Es hora de que la iglesia despierte. Ore por discernimiento y sea prudente en su dar. Dios nos ha dado una mente y sentido común.
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Si usted tiene problemas identificando ministerios dignos contacte a Sherif Michael y con mucho gusto lo pondremos en contacto con ministerios legítimos y misioneros relacionados con Reap the Harvest quienes pueden hacer uso de su soporte, no sin antes a través de oraciones sinceras consultar a Dios usted mismo y ver hacia donde le dirige el Espíritu Santo para ofrendar. Puede que la respuesta no venga de inmediato pero sea paciente y el Espíritu Santo le mostrará. Usted sabrá cuando sea Él quien le guíe. Su espíritu será movido y Dios le dará confirmación.
Solo entonces el pasaje de Malaquías 3.10 será una realidad y el Señor le “abrirá la ventana de los cielos y derramará sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
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