Dado el tremendo interés en las profecías bíblicas a raíz de la tragedia del 11 de Septiembre del 2001 en Nueva York, se establece este sitio web para explorar esta fascinante área de las profecías bíblicas por un período de la historia que estamos viviendo ahora, el final de los tiempos.
Examinaremos primero si el rapto antes de la tribulación o pre-tribulación es bíblico, con un análisis de los argumentos para un rapto pre-tribulación, y compararlos con aquellos del rapto después de la tribulación o pos-tribulación. La serie ficción “Dejados atrás” (Left Behind) de Tim LaHaye y Jerry Jenkins recientemente expuso ante millones de lectores el punto de vista del rapto pre-tribulación. ¿Acaso ha sido esta perspectiva comprobada por las enseñanzas de Jesús, Lucas, Mateo, Marcos, Pablo, el libro del Apocalipsis y los profetas del Antiguo Testamento, o es solo un mito esperanzador?
En conexión con el rapto analizaremos tópicos como la venida de Cristo, la apostasía, la marca de la bestia, el Anticristo, la gran tribulación, preguntas como ¿escapará la iglesia de la gran tribulación? ¿quiénes son los “santos” y los “elegidos”? el asunto de la ira de Dios, Noé y Lot, y las siete Iglesias en Apocalipsis.
¿ES
EL RAPTO BÍBLICO O ES UN MITO ENGAÑOSO?
Mientras las tensiones crecen en el Medio Oriente y las revueltas interminables de esa cuna de la civilización donde nació el judaísmo, el cristianismo y el islamismo se extienden hasta las mismas costas de los Estados Unidos de Norteamérica, los evangélicos norteamericanos escudriñan la Biblia para ver si esos eventos mundiales se correlacionan con las profecías bíblicas y si estamos cerca del tiempo cuando Jesús el Cristo regresará, trayendo paz al mundo a través de una intervención divina (gobernando con “mano de hierro”) escoltando el milenio.
Para muchos evangélicos es de particular interés conocer si los verdaderos creyentes en Jesucristo serán arrebatados, el RAPTO PRE-TRIBULACIÓN, antes del período de siete años del juicio de Dios sobre la tierra conocido como “la
gran tribulación”, un período cuando un capitalista, un tirano mundial malvado, un lobo en ropas de cordero, el Anticristo, obligará que a todos se les ponga la “marca” en la mano derecha o en su frente para que puedan comprar o vender (Apocalipsis 13:16) y obligará a todos adorar su estatua. Un tiempo cuando nación se levantará contra nación, terminando en una gran batalla del Armagedón entre los Reyes del Este y el Anticristo y sus ejércitos, un tiempo de grandes desastres cataclísmicos naturales cuando “se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos. La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra (y sus malvados caminos cesarán repentinamente). Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gran gloria (Mateo 24:29-30).
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Para los cristianos la VERDAD es revelada en la Biblia, que consiste en 66 libros escritos en un período de 1500 años por más de 40 autores humanos de tres continentes en tres idiomas, pero con un solo Sistema de Mensaje Integrado de ideas similares, temas, conceptos y estructura. Se puede argumentar que esta claro que el hombre no escribió la Biblia, porque la Biblia enseña principios que son ajenos a la naturaleza sin redimir del hombre. El Nuevo Testamento representa por ejemplo a Jesucristo como la encarnación de Dios. Jesús nos dio milagros sobrenaturales que no habían ocurrido, como sanar al enfermo, multiplicar unos pocos peces y panes para alimentar a miles, resucitar muertos, calmar la tempestad, liberar aquellos oprimidos por el diablo. También nos enseñó principios divinos como dar la otra mejilla, perdonar a aquellos que nos hacen mal, bendecir a los que nos maldicen. Principios que son contrarios a la naturaleza humana como lo son “ojo por ojo y diente por diente”, “yo no me molesto sino que me vengo”, “provócame”, etc.
La Biblia es también un libro de profecías. Una de las principales pruebas de que la Biblia fue inspirada sobrenaturalmente es que contiene cientos de profecías que se han cumplido (Ver “Evidencia Poderosa sobre la Deidad de Cristo” bajo la sección “Cumplimiento de la Profecía” y “Las Probabilidades Proféticas”) y muchas otras por cumplirse. Los seres humanos son falibles. Los errores son ocasionados por humanos falibles al interpretar las profecías, en tratar de “colocar a Dios en una caja”, al malinterpretar “las señales de los tiempos” y apresurándose a “apretar el gatillo antes de tiempo”. Con relación a la segunda venida de Cristo, Jesús dijo que ningún hombre conoce ni el tiempo ni la hora, solamente el Padre que está en los cielos lo sabe.
EL
RAPTO ES BÍBLICO
Todos los cristianos creen en el rapto porque la Biblia es clara en que el rapto vendrá “inmediatamente después de la tribulación de aquellos días” (Mateo 24:29), “Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo al otro del cielo” (Mateo 24:31).
Se ve claramente que los elegidos serán tomados por los ángeles de Dios
después de la “tribulación de aquellos días”. Se puede argumentar que los elegidos son los creyentes en Jesucristo que han sobrevivido a los cataclismos de la gran tribulación. Aquellos que apoyan el rapto pre-tribulación argumentarán que la Iglesia ha sido removida y los “elegidos” a los que se refiere este versículo son aquellos que han venido durante la gran tribulación después de que la Iglesia es arrebatada antes del comienzo de la gran tribulación. Es interesante notar que algunos escolares bíblicos creen que la gran tribulación no consiste de todos los siete años sino de los tres años y medio de este período de siete años, la última “semana” de Daniel.
EL
DEBATE ES: ¿CUÁNDO OCURRIRA?
“La venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noé, porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que NOÉ ENTRÓ EN EL ARCA; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos, Así será la venida del Hijo del hombre. Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra será dejada. Por lo tanto, manténganse despiertos porque no saben que día vendrá su Señor. Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a que hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. (Mateo 24:37-44)”. Esto ocurrirá “inmediatamente después de la tribulación de aquellos días” (Mateo 24:29).
“Ahora bien, hermanos, ustedes no necesitan que se les escriba acerca de los tiempos y fechas, porque ya saben que el día del Señor llegará como ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: “Paz y seguridad”, vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar. Ustedes, en cambio, hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio. Los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. (1 Tesalonicenses 5:1-7).
LA
APOSTASÍA DEBE VENIR PRIMERO
Con relación a cuando vendrá el “día del Señor”, Pablo escribe a los tesalonicenses (2 Tesalonicenses 2:2-15):
"No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. Éste se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios” (2 Tesalonicenses 2:3-4).
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Aquí debemos notar que Pablo se refiere al Anticristo. No hay escasez de candidatos para este trabajo en el campo político. Hay muchos hombres, incluyendo a muchos creyentes cristianos que creían en la Biblia, que tienen y que han vendido su legado por el poder político y por las riquezas. Su atracción por el mundo es demasiado para ellos y han sacrificado las leyes de Dios por la adulación de hombres caídos, haciéndose a sí mismos “dioses” con “d” minúscula. Es más, muchos políticos van de prisa en este momento de la historia por el “privilegio” (condenación eterna) de tener el título de Anticristo. Lo que la palabra de Dios considera sacrosanto como el matrimonio tradicional, un código de ética basado en los Mandamientos y en el nuevo Mandamiento “que os améis unos a otros”, la santidad de la vida, están siendo burlados. Fetos viables son abortados mientras que los abusadores de niños y los asesinos son liberados de las abarrotadas prisiones para cometer mayores atrocidades. A través de la meditación, los cánticos y el humanismo los hombres “se vuelven a sí mismos” en la búsqueda de Dios en los lugares equivocados.
“Bien saben que hay algo que detiene a este hombre, a fin de que él se manifieste a su debido tiempo. Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene. Entonces se manifestará aquél malvado, a quién el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida” (2 Tesalonicenses 2: 6-8).
Algunos han tratado de argumentar que se refiere al Espíritu Santo personificado en la Iglesia quién será la influencia que detendrá al hombre de maldad que se manifestará y que cuando la iglesia sea tomada en el “rapto”, aparecerá este gobernante malvado.
Pablo se refiere a una persona “que detiene a ese hombre”, indudablemente la tercera persona de la trinidad, el Espíritu Santo. Sin embargo, no hay razón para que la Iglesia sea raptada para que el hombre de maldad aparezca. Dios en su soberana voluntad puede tomar su Espíritu “para que sea quitado de en medio”. Esto no significa que el Espíritu Santo sea quitado sino que la función del Espíritu Santo de detener a ese hombre puede cesar. Vendrá una gran apostasía - apartarse de Dios, aún dentro de la Iglesia, por el engaño. En Mateo 24:24 se nos dice: “Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos”.
Refiriéndose al hombre de maldad Pablo nos dice: “El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira. Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad sino que se deleitaron en el mal” (2Ts.2: 9-12).
Vendrá una “gran caída” y el Espíritu Santo será apagado. Ciertamente el Espíritu Santo, la tercera persona de la trinidad, no será removido, sino que Dios le permitirá al hombre decidir pecar por un período de tiempo. Dios permitirá que el hombre y la mujer cosechen las consecuencias de sus malas decisiones. Lo que uno siembra, eso cosechará. No es necesario el rapto de la Iglesia para que aparezca el hombre de perdición, pero si será engañada y comprometida.
En muchas instancias la Iglesia en el Occidente ha abrazado la moral del mundo. Europa que una vez fue la luz de las naciones, ahora es una fosa de oscuridad e inmoralidad. Las moderaciones sociales son básicamente culturales, los vestigios de una cultura cristiana. Los jóvenes anhelan una base moral pero lo que se les ofrece de sus mayores es un relativismo moral. El continente de Lutero, Wesley y Calvino, han abrazado sin reservas el humanismo y la Nueva Era (Ver, "Detractores de la Sencillez de la Salvación”). Afortunadamente los misioneros han llegado de África y de partes de Asia a predicar el evangelio en Europa.
Ciertamente Norteamérica no es una vestidura virgen. La ostentosa palabra de Dios denominaciones “cristianas” institucionaliza los diferentes estilos de vidas al aceptarlos incondicionalmente. La industria del cine en muchas de sus instancias exporta “la inmundicia de sus fornicaciones” y la violencia, a los cuatro vientos de la tierra corrompiendo la raza humana. Los “cristianos”, aun evangélicos y fundamentalistas, tiene el mismo porcentaje de parroquianos involucrados en adulterio y fornicaciones como los no cristianos. La ética de negocios entre los cristianos es tan reprensible como las de “aquellos” en el mundo. La tasa de divorcio es tan espantosa como la de aquellos “en el mundo”. ¿Dónde esta la Iglesia? Si la Iglesia es “la sal de la tierra”, de verdad que no hay mucha sal alrededor para mantener la carne y evitar que se descomponga. Se dice que si Dios no nos juzga, tendría que disculparse ante Sodoma y Gomorra. ¿Es esta la Iglesia que se supone será tomada en el rapto?
Aun así, a través de Occidente permanecen y se levantan regularmente iglesias bíblicas sólidas conformadas por individuos comprometidos que hacen lo mejor que pueden para vivir justamente y levantar a sus hijos según el código moral de la Biblia. Esta gente trata de resguardar a sus familias de la codicia, violencia, lujuria, explotación y auto-exaltación del mundo. Donde hay más tinieblas, su luz brilla radiante. Esta gente son los verdaderos siervos del Dios vivo quienes enfrentan ataques implacables para socavar todo lo que ellos defienden. A pesar de sus debilidades están cubiertos por la Sangre del Cordero y son la verdadera sal de la tierra.
LA
MARCA DE LA BESTIA - 666
La Iglesia siempre ha prosperado en períodos de persecución, debido a que es cuando los hombres son separados de los muchachos y el trigo de la cáscara del grano. Según el libro de Apocalipsis el Anticristo obligará a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, a recibir la marca en su mano derecha o en la frente, para que nadie pueda comprar ni vender a menos que tenga la marca, “que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre” (Apocalipsis 13:16). Es muy posible que esa “marca” represente un biochip implantado como el que se utiliza para realizar seguimiento a los animales (perros, león montañés, osos, ballenas).
De alguna forma adorar al Anticristo (la personificación de Satanás) demandará aceptar el implante del microchip como una forma de sumisión a su sistema. Aunque Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a adorar la estatua de oro que Nabucodonosor preparó en los llanos de Dura y estaban dispuestos a que los echaran en el horno en llamas (Daniel 3). Muchos “cristianos” en el mundo contemporáneo incluyendo evangélicos no lo piensan dos veces para tomar la “marca” del Anticristo. Simplemente racionalizamos que esto es una inconveniencia momentánea antes por la cual tenemos que pasar antes de ir a llenar el tanque de gasolina de nuestro vehículo deportivo e ir a esquiar en el lago. Después de todo ¿Qué importa? El rapto no ha sucedido todavía, así que realmente esto no debe ser la “marca”. Es solamente una “conveniencia” tecnológica.
Apocalipsis 14:9-12 argumenta que aceptar la marca es un asunto serio y un ticket de ida a la parrilla eterna en la cual usted será servido como la carne – PARA SIEMPRE: “Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia beberá también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira esta puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero. El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adora a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre”.
Probablemente usted debiera tomarse un par de minutos para reflexionar calladamente antes de aceptar ese pequeño microchip (biochip) o marca. Si usted lo hace, tiene que atenerse a las graves consecuencias, mucho mayores que el no poder ir a esquiar, comprar una torta de chocolate, o en cualquier caso, comprar el último libro de la secuela a esa maravillosa serie ficción “El Rapto” y no escuchar la advertencia de hacerlo.
Pablo amonesta a la Iglesia, “Así que, hermanos, sigan firmes y manténganse fieles a las enseñanzas que, oralmente o por carta, les hemos transmitido” (2Ts.2:15).
2Ts.2:13: “Nosotros en cambio siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios los escogió para ser salvos mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en la verdad”. Aquellos que permanezcan firmes en esos tiempos peligrosos y crean en Cristo están cubiertos por su sangre y tienen la salvación eterna.
Más información sobre la Marca de la Bestia, 666: Página de Nostradamas/La Marca de la Bestia~ 666.
¿CUÁL
EVENTO VENDRÁ COMO “LADRÓN EN LA NOCHE”?
Para responder a esta pregunta tenemos que leer 1 Tesalonicenses 4:14-18:
“¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. Conforme a lo dicho pro el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados (EL RAPTO) junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre. Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras”.
Por lo tanto ocurrirá: a) la resurrección física de los muertos y b) un arrebato, un agarre, un rapto en el “día del Señor”, que vendrá como “ladrón en la noche”.
Vendrá el tiempo cuando habrá una falsa paz. No esta claro si será una paz del Medio Oriente o una paz mundial. El lenguaje utilizado “nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor” puede ser un indicativo para aquellos que estén vivos y permanezcan después del juicio, aquellos que sobrevivieron la tribulación, el remanente.
La venida del Hijo del hombre será como en los días de Noé cuando Noé y su familia fueron llevados antes de que el diluvio se llevara al resto a la tumba acuosa.
Jesús tomó una analogía en Mateo 24:38 de los “días de Noé” justo antes del diluvio. La gente comía, bebía, se casaban y se daban en casamiento. En otras palabras, la vida seguía normal como si nada, excepto que en los días de Noé había mucha maldad.
“Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el corazón. Entonces dijo: ‘Voy a borrar de la tierra al ser humano que he creado. Y haré lo mismo con los animales, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me arrepiento de haberlos creado!’ (Génesis 6:5-7).
De igual manera antes de la gran tribulación (“Porque serán días de tribulación como no la ha habido desde el principio, cuando Dios creó al mundo, ni la habrá jamás” (Marcos 13:19)) hombres y mujeres se volverán extremadamente degenerados y malvados.
Con relación al tiempo exacto cuando esto ocurrirá Jesús dice: Pero en cuanto al día y a la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Marcos 13:32).
EL
FINAL DE LOS TIEMPOS MOSTRADOS POR EL SEÑOR EN MATEO, MARCOS Y LUCAS (citas
tomadas de la Nueva Versión Internacional):
Mateo 24:1-44 Jesús salió del templo y, mientras caminaba, se le acercaron sus discípulos y le mostraron los edificios del templo. Pero él les dijo: - ¿Ven todo esto? Les aseguro que no quedará piedra sobre piedra, pues todo será derribado. Más tarde estaba Jesús sentado en le Monte de los Olivos, cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado: - ¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo? – Tengan cuidado de que nadie los engañe – les advirtió Jesús -. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores. Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. Así que cuando vean en el lugar santo “el horrible sacrilegio”, del que habló el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda), los que estén en Judea huyan a las montañas. El que esté en la azotea no baje a llevarse nada de su casa. Y el que esté en el campo no regrese para buscar su capa. ¡Qué terrible será en aquellos días para las que estén embarazadas y amamantando! Oren para su huída no suceda en invierno ni en sábado. Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Si no se acortaron esos días, nadie sobreviviría, por causa de los elegidos se acortarán. Entonces, si alguien les dice a ustedes: “¡Miren, aquí está el Cristo!” o “¡Allí está!”, no lo crean. Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. Fíjense que se los he dicho a ustedes de antemano. Por eso, si les dicen; “¡Miren que está en el desierto!”, no salgan; o “¡Miren que está en la casa!”, no lo crean. Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre. Donde esté el cadáver, allí se reunirán los buitres. Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, “se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos”. La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo del otro del cielo. Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Igualmente cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas las cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. La venida del hombre será como en los tiempos de Noé. Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre. Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra será dejada. Por lo tanto, manténganse despiertos porque no saben que día vendrá su Señor. Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a que hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
Marcos 13:1-37 Cuando Jesús salía del templo, le dijo a uno de sus discípulos: -¡Mira, Maestro! ¡Qué piedras! ¡Qué edificios! - ¿Ves todos estos grandiosos edificios? – contestó Jesús -. No quedará piedra sobre piedra; todo será derribado. Más tarde estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron en privado: - Dinos, ¿Cuándo sucederá eso? ¿Y cuál será la señal de que todo está a punto de cumplirse? – Tengan cuidado de que nadie los engañe – comenzó Jesús a advertirles -. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy”, y engañarán a muchos. Cuando sepan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos por todas partes; pero también habrá hambre. Esto será apenas el comienzo de los dolores. Pero ustedes cuídense. Los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa comparecerán ante gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos. Pero primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las naciones. Y cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Sólo declaren lo que se les dé a decir en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y les darán muerte. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa de mi nombre, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Ahora bien, cuando vean “el horrible sacrilegio” donde no debe estar (el que lee, que lo entienda), entonces los que estén en Judea huyan a las montañas. En el que esté en la azotea no baje ni entre en casa para llevarse nada. El que esté en el campo no regrese para buscar su capa. ¡Ay de las que estén embarazadas o amamantando en aquellos días! Oren para que esto no suceda en invierno, porque serán días de tribulación como no la ha habido desde el principio, cuando Dios creó el mundo, ni la habrá jamás. Si el Señor no hubiera acortado esos días, nada sobreviviría. Pero por causa de los que él ha elegido, los ha acortado. Entonces, si alguien les dice a ustedes: “¡Miren, aquí está el Cristo!” o “¡Miren, allá está!”, no lo crean. Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. Así que tengan cuidado; los he prevenido de todo. Pero en aquellos días, después de esa tribulación, “se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos”. Verán entonces al Hijo del hombre venir en las nubes con gran poder y gloria. Y él enviará a sus ángeles para reunir de los cuatro vientos a los elegidos, desde los confines de la tierra hasta los confines del cielo. Aprendan de la higuera esta lección: tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas las cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Pero en cuanto al día y a la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. ¡Estén alerta! ¡Vigilen! Porque ustedes no saben cuando llegará ese momento. Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile. Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuando volverá el dueño de la casa, si al atardecer o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y los encuentre dormidos. Los que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!
Lucas 21:5-36 Algunos de sus discípulos comentaban acerca del templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y con ofrendas dedicadas a Dios. Pero Jesús dijo: - En cuanto a todo esto que ven ustedes, llegara el día en que no quedará piedra sobre piedra; todo será derribado.- Maestro – le preguntaron -, ¿cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que está a punto de suceder? – Tengan cuidado; no se dejen engañar – les advirtió Jesús -. Vendrán muchos que usando mi nombre dirán: “Yo soy”, y “El tiempo está cerca.” No los sigan ustedes. Cuando sepan de guerras y revoluciones, no se asusten. Es necesario que eso suceda primero, pero el fin no vendrá enseguida. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino – continuó -. Habrá grandes terremotos, hambres y epidemias por todas partes, cosas espantosas y grandes señales del cielo. Pero antes de todo esto, echarán mano de todos ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y por causa de mi nombre los llevarán ante reyes y gobernadores. Así tendrán ustedes la oportunidad de dar testimonio ante ellos. Pero tengan en cuenta que no hay por qué preparar una defensa de antemano, pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder, que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles. Ustedes serán traicionados aun por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de ustedes se les dará muerte. Todo el mundo los odiará por causa de mi nombre, pero no perderá ni un solo cabello de su cabeza. Si se mantienen firmes, se salvarán. Ahora bien, cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que su desolación ya está cerca. Entonces los que estén en Judea huyan a las montañas, los que estén en la ciudad salgan de ella, y los que estén en el campo no entren en la ciudad. Ése será el tiempo del juicio cuando se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén embarazadas o amantando en aquellos días! Porque habrá gran aflicción en la tierra, y castigo contra este pueblo. Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos. Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar. Se desmayarán de terror los hombres, temerosos por lo que va a sucederle al mundo, porque los cuerpos celestes serán sacudidos. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención. Jesús también les propuso esta comparación: - Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando brotan las hojas, ustedes pueden ver por sí mismos y saber que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas las cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida, De otra manera, aquel días caerá de improvisto sobre ustedes, pues vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Estén siempre vigilantes, y oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder, y presentarse delante del Hijo del hombre.
¿ESCAPARÁ
LA IGLESIA DE LA TRIBULACIÓN?
En las tres secciones anteriores de los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, Jesús se dirige a sus discípulos. Lucas 20:45, que no se mencionó anteriormente, nos dice que Jesús está hablando también a sus discípulos. Los discípulos son los fundadores y comprometen a los primeros miembros de la Iglesia. Los pre-tribulacionistas argumentan que cuando Jesús se está dirigiendo a los discípulos en este pasaje, se está dirigiendo a los nacionales de Israel, pero esta noción es inverosímil.
En Mateo 24:9-12, luego que aparecen los falsos Cristos, las guerras y los rumores de guerra, nación levantándose contra nación, hambres y terremotos, lo que Jesús llama “el comienzo de los dolores”, Jesús le dice a sus discípulos: “Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará”. Además le dice a sus discípulos “pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo” (Mateo 24:13).
Note que Jesús les informa a sus discípulos que ellos pasarán por la tribulación. El Evangelio de Mateo (Mateo 24:3) afirma que Jesús estaba sentado en el monte de los Olivos cuando sus discípulos llegaron a él en privado a preguntarle cual sería la señal de su venida y del fin del mundo. Entonces Jesús les instruye acerca de lo que ocurriría antes de su venida incluyendo la aparición de falsos Cristos, guerras y rumores de guerras, hambres, terremotos y que ellos serán entregados para que los persigan y los maten. De nuevo, “ellos” se refiere a los discípulos, quienes son los fundadores de la Iglesia. Les está diciendo a los discípulos que si se mantienen hasta el final, serán salvos.
A este argumento los pre-tribulacionistas citan Mateo 16:18, “Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella. Argumentan que Satanás, representando por el Anticristo y su estado de política mundial, no prevalecerá contra la Iglesia porque la Iglesia ya ha sido tomada en el rapto. Si es así, al referirnos al pequeño cuerno con gran boca, el Anticristo, ¿Por qué Daniel profetiza “Hablará en contra del Altísimo y oprimirá a sus santos - indicando resistencia por parte de los santos ante un hombre malvado, manipulador que cambiará los tiempos y las leyes? -. Daniel nos informa que la opresión a los santos - quedarán bajo su poder - durante tres años y medio”. (Daniel 7:25).
El libro de Apocalipsis nos da un relato continuo de lo que ocurre en el cielo y el juicio que viene a la tierra. Apocalipsis 6:11 nos comenta acerca de los mártires “Entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas, y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a sufrir el martirio como ellos”. Apocalipsis 20:4 nos dice: “Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años”. Estos versículos señalan que los “santos” se opondrán a la agenda anárquica del Anticristo incluyendo el rechazo a la marca sin la cual no podrán comprar ni vender, así como su deseo de ser adorado como Dios. Indudablemente que estos santos no estarán en posición de involucrarse en un combate físico contra la policía y las fuerzas militares del Anticristo, sino que se involucraran en una resistencia pasiva y hablarán indudablemente en contra de la inmoral y degenerada agenda. Debido a eso, serán perseguidos y martirizados. La Iglesia verdadera siempre se fortalece en la persecución.
Mientras los santos mártires regresan a la vida y reinan con Cristo en la tierra durante mil años (Apocalipsis 20:4) Jesucristo mismo se refiere inmediatamente al Anticristo y al falso profeta: “Entonces vi a la bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para hacer guerra contra el jinete de aquél caballo (Jesús el Cristo) y contra su ejército. Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Éste es el que hacía las señales milagrosas en presencia de ella, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia (quizás un microchip implantado con información acerca de su historial, educación, creencias, información médica, posesiones; permitiendo que usted sea rastreado a través de un satélite global de ubicación) y adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego y azufre” (Apocalipsis 19:19-20).
La victoria de los santos en clara según Daniel 7:27 “Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo, la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra”. Esa victoria, como la de la cruz, viene a través de la intercesión de Jesucristo y no por las obras (en este caso, oposición al Anticristo) de los santos. Contundentemente las puertas del infierno no prevalecen sobre la Iglesia.
¿QUIENES
SON LOS SANTOS? ¿LOS CRISTIANOS, LOS JUDÍOS, O AMBOS?
En Mateo 24:22 Jesús dice que a menos que los días sean acortados, nadie se salvará. Sin embargo, por el beneficio de los elegidos, los días serán acortados.
Los pre-tribulacionistas argumentarán que la Iglesia no pasará por la gran tribulación y que los “santos” no son la Iglesia sino los judíos que acepten a Cristo después del rapto de la Iglesia o aquellos que acepten a Cristo después del rapto.
Existe suficiente autoridad bíblica acerca de los judíos volviéndose al verdadero Mesías, Jesús el Cristo (Joshua). La autoridad principal es Jesús mismo.
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les advierto que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR!” (Mateo 23:37-39).
Jesús está profetizando que en un tiempo futuro los hijos de Israel, los judíos, lo bendecirán y por consiguiente, lo aceptarán. Entonces, ellos le verán.
Pablo nos dice en Romanos 11:25-27:
“Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles. De esta manera todo Israel será salvo, como está escrito: ‘EL REDENTOR VENDRÁ DE SIÓN Y APARTARÁ DE JACOB LA IMPIEDAD. Y ESTE SERÁ MI PACTO CON ELLOS CUANDO PERDONE SUS PECADOS.’”
Pablo nos informa claramente que “Israel será salvo” y utiliza versículos de Isaías (59:20-21) como su autoridad. Afirma que las ramas del olivo que han sido desgajadas (Israel) serán injertadas de nuevo al olivo cultivado (la Iglesia). También nos advierte que la rama no sea arrogante (versículo 20) o “serás desgajada” (versículo 22). Las ramas que fueron cortadas serán injertadas de nuevo por “causa de los patriarcas” (versículo 28) y debido a que “las dádivas de Dios y su llamamiento” son irrevocables (versículo 29). Motivado a que el llamamiento de Dios es irresistible, este reinjerto al olivo está asegurado. Ambos participarán de “la savia nutritiva de la raíz del olivo” (versículo 17)
Como parte de este proceso de reinjerto a las ramas que fueron desgajadas, Dios sella a ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada una de las tribus de Israel durante la gran tribulación (Apocalipsis 7:3-8) para un ministerio especial.
El profeta Zacarías (12:2-3) profetiza acerca del final de los tiempos “Convertiré a Jerusalén en una copa que embriagará a todos los pueblos vecinos. Judá será sitiada, lo mismo que Jerusalén, y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. En aquél día convertiré a Jerusalén en una roca inconmovible para todos los pueblos. Los que intenten moverla quedarán despedazados”.
Continúa con este escenario Armagedón: “En aquel día me dispondré a destruir a todas las naciones que ataquen a Jerusalén. El más débil entre ellos será como David, y la casa real de David será como Dios mismo, como el ángel del Señor que marcha al frente de ellos. En aquel día me dispondré a destruir a todas las naciones que ataquen a Jerusalén. Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de súplica, y entonces pondrán sus ojos en mí. Harán lamentación por el
que traspasaron, como quién hace lamentación por su hijo único; llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.” (Zacarías 12: 8-11). Jesús es “el que traspasaron” en una cruz. Los soldados romanos le traspasaron pero los fariseos manipularon su asesinato con sus malas acusaciones.
Dios también envió a dos poderosos testigos a predicarle a todo
el mundo (Apocalipsis 11:3-12) incluyendo los judíos:
“Por mi parte, yo encargaré a mis dos testigos que, vestidos de luto, profeticen durante mil doscientos sesenta días. Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que permanecen delante del Señor de la tierra. Si alguien quiere hacerles daño, ellos lanzan fuego por la boca y consumen a sus enemigos. Así habrá de morir cualquiera que intente hacerles daños. Estos testigos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva mientras estén profetizando; y tiene poder para convertir las aguas en sangre y azotar la tierra, cuantas veces quieran, con todas las plagas”.
Ahora bien, cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, llamada en sentido figurado Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor (Apocalipsis 11:8). Entonces ellos serán resucitados después de tres días y medio y ascenderán al cielo en una nube.
Los pre-tribulacionistas generalmente desean restringir el ministerio de estos dos testigos a Israel pero debido al lenguaje utilizado este no parece ser el caso, aunque ellos mueran “donde su Señor fue crucificado” en Jerusalén. La palabra en sentido figurado es utilizada como si esta fuera una gran ciudad mística.
¿Acaso los “santos” referidos en Mateo, Lucas y Marcos no incluyen la Iglesia sino solo los judíos que fueron injertados al olivo durante la tribulación, y aquellos que vendrán a Cristo después del rapto?
Los pre-tribulacionistas argumentarán que en Mateo 24 Jesús se dirige a “los hijos de Jerusalén” y que la Iglesia no había sido establecida hasta que los apóstoles fueron llenos del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. El evangelio de Mateo nos dice que Jesús estaba hablando en privado con sus apóstoles. Asumiendo que los apóstoles eran los “hijos de Jerusalén” pero que también eran sus apóstoles y como tal, su Iglesia. Aunque la Iglesia haya sido establecida en el día de Pentecostés, Jesús está discerniendo y vio en sus apóstoles a su Iglesia. Este argumento de que Jesús no se estaba refiriendo a su Iglesia cuando se dirigía a sus apóstoles, sino que se estaba refiriendo a la nación Israel y por consiguiente que Israel y no la Iglesia resistirá la gran tribulación, tiene muy poca sustancia.
Jesús claramente les dijo “Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los
maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre” (Mateo 44:9), “Y cuando los
arresten y sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir” (Marcos 13:11), “… echarán mano de
ustedes y los perseguirán. Los
entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y por causa de mi nombre los
llevarán ante reyes y gobernadores” (Lucas 21:12). Para aquellos que ven la Palabra de Dios como infalible, autoritaria y confiable, argumentar que “los …” haciendo referencia a “ustedes” no se está refiriendo a los apóstoles como la Iglesia sino a Israel, es una mala interpretación de la Escritura.
Claramente se nota que la Iglesia e Israel, ambos, tendrán que pasar por la gran tribulación.
LA
IGLESIA
El Apóstol Juan relata en Apocalipsis 7:9 “Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano.”
Uno de los ancianos le informa a Juan que “Aquéllos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero” Apocalipsis 7:14). Los pre-tribulacionistas interpretan este versículo como una visión de la iglesia raptada, pero otra interpretación es que aquellos son “los que habían vencido a la bestia, a su imagen, y al número de su nombre” (Apocalipsis 15:2), y “las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano” (Apocalipsis 20:4). Se nos dice que esta gran multitud son aquellos que “salieron” de la gran tribulación, pero no se nos dice como “salieron”.
Uno puede argumentar que en Apocalipsis 7:14 se refiere a la Iglesia debido a que sus túnicas han sido lavadas y blanqueadas en la sangre del Cordero, queriendo decir que han obtenido la vida eterna, no por su propia justicia sino porque sus pecados, fueron cubiertos por la sangre de Cristo que derramó en la cruz por cada uno de nuestros pecados.
A propósito, si usted no ha aceptado la provisión de Dios – la vida eterna – para su vida, en este instante puede hacerlo de una manera muy sencilla, haga esta oración: “Señor Jesús, ven a mi vida y perdona mis pecados, reconozco que derramaste tu sangre en la cruz por mí, ven a mi vida en este momento y dirige todos los aspectos de mi vida a partir de hoy”.
Por otro lado en Apocalipsis 7:14 se nos dice que aquellos SON LOS QUE ESTÁN SALIENDO de la gran tribulación, queriendo decir que para salir, tuvieron que pasar por ella. Quizá pasaron por una parte de ella o través de toda la tribulación, pero especifica claramente que ellos estaban
en la tribulación.
A lo mejor podemos distinguir aquellos a los que se refiere en Apocalipsis 7:14 de los que se indican en Apocalipsis 20:4 porque estos últimos fueron “decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner la marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años”, mientras que en Apocalipsis 7:14 no se hace referencia al martirio de la “gran multitud”. Sin embargo, es difícil ver en la Escritura si estos dos grupos son iguales y uno solo.
En este momento podemos notar que Apocalipsis 20:4 refuta la doctrina de “almas dormidas” o “dormir” después de la muerte, y antes de la resurrección y el juicio. Juan vio las almas de los mártires en el cielo justo antes cuando “ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años”. Para reforzar este punto, Pablo añade además en 2 Corintios 5:7-8 “Vivimos por fe, no por vista. Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor”. Estar ausentes del cuerpo es estar presentes con el Señor, no es un dormir en un estado de inconciencia.
En Juan 11:25,26 Jesús le dice a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás”.
Walter Martin señala en su libro "Reino de los Cultos" ("Kingdom of the Cults")
que “el griego utilizado en el versículo 26 es muy poderoso, porque el Señor
utilizó adrede la doble negación, una construcción gramatical que intensifica
con gran énfasis aquello a lo cual se aplica. Jesús no pudo haber sido más
enfático gramaticalmente al afirmar que el creyente que está vivo, físicamente
y espiritualmente, ambos, nunca pueden experimentar la pérdida de comunión
o compañerismo como una entidad espiritual, aunque su cuerpo se “muera” (Capítulo
titulado “El enigma de los Adventistas del Séptimo Día” (“The Puzzle of Seventh
Day Adventists”, sección “El descanso del alma y la destrucción del malo” (“The
Sleep of the Soul and the Destruction of the Wicked”).
NO
FUIMOS DESTINADOS PARA LA IRA
Un versículo favorito para los pre-tribulacionistas es 1 Tesalonicenses 5:9 donde Pablo afirma “Pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Este es un versículo del final de los tiempos porque Pablo hace referencia a “los tiempos y fechas” (versículo 1) y en el versículo 2 “porque ya saben que el día del Señor llegará como ladrón en la noche” y en el versículo 4 “Ustedes en cambio, hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como un ladrón”.
Aquellos que creen en el rapto pos-tribulación no ven aquí ninguna pista de un rapto sino principalmente un énfasis de una llegada inminente del “días del Señor” que sucederá repentinamente, como un ladrón en la noche.
Los que creen en el rapto pre-tribulación interpretan lo anterior de la manera siguiente: Pablo está claramente discutiendo los tiempos finales. Urge a la Iglesia estar alerta y sobria. Está diciendo que la Iglesia no ha sido destinada para la ira cuando venga el día del Señor. La gran tribulación, también conocido como el “día del Señor”, será el tiempo de la gran ira de Dios. Por consiguiente, la Iglesia será apartada fuera del camino de la ira de Dios.
Apocalipsis 6:15-17 declara que “Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes militares, los ricos, los poderosos, y todos los demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas. Todos gritaban a las montañas y a las peñas: “¡Caigan sobre nosotros y escondámonos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día del castigo! ¿Quién podrá mantenerse en pie?”
John Walvoord en su libro “La interrogante del Rapto” (The Rapture Question) indica: El carácter de los juicios que caerán son tales que afectarán a todos – hambres, pestilencias, espada, terremotos, las estrellas cayendo del cielo. La única manera en que uno pueda librarse del día de la ira es que el rapto ocurra antes. En el mismo contexto, 1 de Tesalonicenses 5 también afirma que el creyente no será tomado por sorpresa por el día de la destrucción como ladrón en la noche y que el creyente no será incluido con los hijos de las tinieblas quienes están destinados para destrucción. En vez de estar destinados para la ira y destrucción repentina como hijos de las tinieblas, se declara que los creyentes están destinados para salvación y para morar juntos con él”.
Pablo relata en 1 de Tesalonicenses como los de la iglesia de los tesalonicenses “se convirtieron a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo venidero”.
Una ira más grande que la gran tribulación para el ser humano es una eternidad sin Dios, como resultado del pecado, al cual Pablo hace referencia aquí (ver, “Detractores de la Sencillez de la Salvación” bajo el tema “Un Lugar llamado Cielo - La Recompensa de la Salvación”).
Aquellos que no creen en el rapto pre-tribulación estarán de acuerdo en que no estamos destinados para la ira según 1 de Tesalonicenses y según Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios”. Argumentarán que 1 de Tesalonicenses 5:9 no significa que la Iglesia no pasará por la gran tribulación y que tal interpretación es muy amplia y atenuada. Puede argumentarse que Pablo solamente esta urgiendo a los creyentes para que permanezcan en el camino “derecho y angosto” y que no caigan en la inmoralidad y disolución de los últimos días que vendrán antes del día del Señor, un tiempo en que a lo bueno llamarán malo, y a lo malo llamarán bueno. Ninguna parte del texto de Pablo afirma o implica que la Iglesia será removida.
1 de Tesalonicenses 5:23: “Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser – espíritu, alma y cuerpo – irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo” puede dar alivio a aquellos que creen en el rapto pre-tribulación como si se pudiera argumentar. “¿Cómo puede ser cuerpo ser conservado totalmente a través de la gran tribulación cuando la mayoría de humanidad es destruida? Por otro lado, aquellos que creen en el rapto pos-tribulación pueden argumentar que estamos refiriéndonos al proceso de santificación, una prueba de fuego, a través de la gran tribulación y si uno resiste, al final de la tribulación, estará frente a Jesucristo sin culpa.
ORE
PARA TENER LAS FUERZAS PARA ESCAPAR
Cuando Jesús - en Lucas 21 - discutía con sus discípulos acerca de los últimos
días (versículo 36) les dice: “Estén siempre vigilantes, y oren para que puedan
escapar de todo lo que está por suceder, y presentarse delante del Hijo del
hombre.” Jesús como Pablo está urgiendo a los cristianos a estar alertas y
hace referencia a tener fuerzas para que podamos escapar. A la luz de la incidencia
de los cataclismos, un “escape” en este contexto pudiera muy bien ser un “arrebato”
o un “rapto”. Este versículo pudiera significar un escape físico más que un
rapto ya que ningún hombre tiene suficiente fuerza como para “raptarse” a sí
mismo. También Jesús pudo haberse estado refiriendo a una “fuerza” espiritual
que viene de haber recibido poder del Espíritu Santo a través de la experiencia
de “nacer de nuevo”, aceptando a Jesucristo como salvador personal y teniendo
una relación personal con el Dios del universo a través de él, la segunda persona
de la trinidad (ver, “La Sencillez del Plan de Dios para la Vida Eterna” bajo
los temas “La
importancia de la Trinidad” y “Pruebas
en las Escrituras sobre la Trinidad”). Ver también
“El Camino Espiritual” bajo el tema “Naciendo de Nuevo” y la “Evidencia Poderosa
sobre la Deidad de Cristo” bajo el tema “Estableciendo
una Relación con Dios”.
Curiosamente la persecución de los creyentes ocurre antes de que aparezcan los falsos Cristos (versículo 8), las guerras (versículo 9), las plagas, las hambrunas, el terror y las grandes señales del cielo (versículo 11). Lucas 21:12 lo deja muy claro: “Pero antes de todo esto, echarán mano de ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y alas cárceles, y por causa de mi nombre los llevarán antes reyes y gobernadores”. La gran tribulación es solamente la respuesta de Dios a la maldad persistente del hombre en los últimos días. Los verdaderos cristianos se enfrentarán a está maldad y serán perseguidos. Serán echados en prisiones y sentenciados antes reyes y gobernadores (como lo fue Pablo). Puede ser que justo antes de que Dios traiga juicio, Dios se lleve a su gente arrebatándolos.
NOÉ
Y LOT
Las Escrituras tienen muchas ilustraciones de individuos que caminaron por fe y que fueron librados de las visitaciones de juicio que cayeron sobre los que no creían. El Señor le dijo a Noé “Entra en el arca con toda tu familia, porque tu eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación” (Génesis 7:1) y lo guardó junto con su familia del diluvio.
En 2 de Pedro se le llama justo a Lot.
“Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndoles en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio. Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia. Además condenó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a cenizas, poniéndolas como escarmiento para los impíos. Por otra parte, libró al justo Lot que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos, pues este justo, que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se les despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía. Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio. Esto les espera sobre todos a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor” (2 Pedro 2: 4-10).
Génesis 18 nos dice que el Señor y dos hombres (ángeles) se le aparecieron a Abraham junto al encinar de Mamré y Abraham les sirve una comida. El Señor le dice a Abraham que Sara, ya bastante anciana y que había dejado de menstruar, tendría un hijo en el plazo de un año. Sara se rió porque tenía temor y el Señor le respondió “¿Acaso hay algo imposible para el Señor? (Génesis 18:14) (Nota del Editor: de la misma manera, el “rapto” de la Iglesia tampoco es difícil para el Señor. El asunto es el siguiente: ¿esta el rapto respaldado por la autoridad bíblica?).
Después de haber comido, los ángeles se levantaron y miraron hacia Sodoma. Abraham camina con ellos y los despide. Entonces sucede lo siguiente (Génesis 18: 17-33) según la versión Dios Habla Hoy:
Génesis 18:17-33: “Entonces el Señor pensó: “Debo decirle a Abraham lo que voy a hacer, ya que él va a ser el padre de una nación grande y fuerte. Le he prometido bendecir por medio de él a todas las naciones del mundo. Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obedezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que he prometido”. Así que el Señor le dijo: - La gente de Sodoma y Gomorra tiene mala fama, y su pecado es tan grave que ahora voy allá, para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré. Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor. Se acercó un poco más a él, y le preguntó: ¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? (otra versión dice: “Y si …”) Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta? ¡No es posible que hagas esos de matar al inocente junto con el culpable, como si los dos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia? Entonces el Señor le contestó: Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí. Pero Abraham volvió a decirle: Perdona que sea yo tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo no soy más que un simple hombre; pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Sólo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad? Y el Señor le contestó: Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré. Tal vez haya solo cuarenta inocentes, insistió Abraham. Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad – dijo el Señor. Pero Abraham volvió a suplicar: Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta. Y el Señor volvió a decirle: Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad. Abraham siguió insistiendo: Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes? Y el Señor respondió: Por esos veinte, no destruiré la ciudad. Todavía insistió Abraham: Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente a diez? Y el Señor le dijo: Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad. Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña.”
El cuestionamiento del Abraham al Señor nos da una buena perspectiva de la naturaleza misericordiosa del Señor. El señor no destruiría Sodoma si cincuenta justos permanecían en Sodoma, o por cuarenta y cinco individuos justos que quedaran, o por cuarenta justos, por treinta justos, por veinte o por diez. En Génesis 19:21-22 el ángel del Señor le concedió una petición a Lot, que se iría a un pequeño pueblo en Zoar diciéndole a Lot “Está bien – le respondió-; también esta petición te la concederé. No destruiré la ciudad de que hablas. Pero date prisa y huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí”.
Este pasaje ofrece esperanza por un rapto pre-tribulación pero no autoridad para uno porque no se refiere al final de los tiempos.
MENSAJE
A LAS IGLESIAS
En el libro de Apocalipsis el apóstol Juan habla acerca del fin de los tiempos y con respecto a la segunda venida de Cristo, Juan declara “¡MIREN QUE VIENE EN LAS NUBES! Y TODOS LO VERÁN CON SUS PROPIOS OJOS, INCLUSO QUIENES LO TRASPASARON; Y POR ÉL HARÁN LAMENTACIÓN TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA. ¡ASÍ SERÁ! AMÉN” (Apocalipsis 1:7).
Los pos-tribulacionistas argumentarán que este versículo solamente se refiere a la venida de Cristo, un regreso en el cual todo ojo le verá. Los pre-tribulacionistas argumentarán que realmente hay dos venidas, ésta misma, y una antes del rapto cuando Jesús venga como “ladrón en la noche”. Para los pos-tribulacionistas que mantienen esta posición de “ladrón en la noche” argumentarán que Jesús viene solo una vez, él viene de repentinamente y como tal viene como “ladrón en la noche”. En otras palabras, la venida de Jesús como “ladrón en la noche” no puede ser interpretada como dos venidas, sino simplemente la forma en la cual viene.
Los pos-tribulacionistas utilizarán los siguientes versículos para sostener que la Iglesia va a pasar a través de la gran tribulación.
A la Iglesia de Éfeso: “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios” (Apocalipsis 2: 7). Para los pre-tribulacionistas lo que Jesús esta llamando “salir vencedor” son las pruebas de la gran tribulación, incluyendo el resistir el programa de marcaje del Anticristo, las mentiras de los falsos Cristos, los engaños de la era, etc.
A la Iglesia de Esmirna: “No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10). Dios siempre ha probado a sus seguidores y la gran tribulación no será la excepción.
A la Iglesia de Pérgamo: “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe” (Apocalipsis 2:17). Para los pos-tribulacionistas el término “salir vencedor” implica salir vencedor a la prueba, las pruebas de la gran tribulación.
A la Iglesia de Tiatira: “Al que salga vencedor y cumpla mi voluntad hasta el fin, LE DARÉ AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES – así como yo la he recibido de mi Padre – y “él las gobernará con puño de hierro; las hará pedazos como a vasijas de barro”” (Apocalipsis 2:26). Aquí Jesús está hablando de salir vencedor y perseverar hacienda su trabajo hasta el FINAL. No hay ni una pista de un “arrebato” o “rapto” antes del fin.
A la Iglesia de Sardis: “Sin embargo tienes en Sardis a unos cuantos que no se han manchado la ropa. Ellos, por ser dignos, andarán conmigo vestidos de blanco. El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles (Apocalipsis 3:4-5). De nuevo Jesús está usando la palabra “salir vencedor”. No se hace mención a un “rapto” antes del tiempo de la tribulación. Es más, para aquellos que no “salgan vencedores”, Jesús le ofrece carbones ardientes y los fuegos del infierno asociado con “borrar” su nombre del libro de la vida.
A la Iglesia de Filadelfia: Un versículo favorito para aquellos que apoyan el rapto pre-tribulación es el mensaje a la iglesia de Filadelfia que declara: “Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra” (Apocalipsis 3:10). Los que respaldan el rapto argumentarán que “la hora de tentación” es la gran tribulación. Una mejor interpretación de este versículo puede ser que los cristianos serán guardados de la hora de la tentación, porque conocen la palabra de Dios y la han obedecido. No serán tentados durante el tiempo de la prueba y por consiguiente no sucumbirán ante la prueba. Para ellos este tiempo de tribulación no será una prueba de su fe ya que están muy bien anclados en la palabra. Sin embargo, sus cuerpos físicos serán duramente probados.
El problema con la interpretación pre-tribulacionista viene de los dos siguientes versículos: “Vengo pronto, Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona” (Apocalipsis 3:11). Si uno ha sido raptado y está en la presencia de Jesús en los cielos, ¿Por qué habría uno de “aferrarse” para que nadie tome su corona? ¿Cómo puede alguien tomar su corona una vez que está en el cielo?
Además en Apocalipsis 3:12 leemos: “Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre e mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo”. De nuevo tenemos la pregunta, ¿vencedor de qué? El tiempo de prueba.
A la Iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3:21): “Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono”. Esto ciertamente es un poderoso argumento contra el rapto, Jesús nos está urgiendo a salir vencedor tal como el salió vencedor. ¡La victoria de Jesús vino al ser clavado en una cruz! Este versículo no da ningún respaldo a un rapto sin sufrimiento, instantáneo, conveniente y fácil, en el cual nuestras ropas, lentes, el material de los dientes trabajados, y quizás un anillo de bodas, serán dejados atrás. En Apocalipsis 3:18 Jesús nos recomienda: “Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista”. La gran tribulación es un juicio de fuego, así como el diluvio fue un juicio de agua. Apocalipsis 3:19 nos dice “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto sé fervoroso y arrepiéntete”.
Los pre-tribulacionistas argumentan que mientras se menciona a la iglesia diecinueve veces en los primeros tres capítulos del libro de Apocalipsis, no se menciona ni una vez como estando en la tierra en los capítulos 4 al 19 cuando Dios derrama su ira. El contra- argumento es que Jesús en su mensaje a las iglesias es consistente en cuanto a “salir vencedor”, “aferrándose hasta que el venga”, “perseverando”, “siendo fieles hasta la muerte”, “no tengas miedo”, y “siendo fieles hasta la muerte y él nos dará la corona de la vida”. La iglesia estará en el proceso de resistir y ser diezmada sobre la tierra hasta que reaparezca gloriosamente como un cuerpo en el cielo, “saliendo” de la gran tribulación (Apocalipsis 7:9) a través de un bautismo de fuego.
CONCLUSIÓN
Luego de describir el castigo eterno en Apocalipsis 14:9-12 para aquellos que adoren a la bestia y su marca, exhorta a la gente de Dios a “la perseverancia de los santos (USTED), los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús”
En 1 de Corintios 15:51,52 Pablo nos dice “Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados. Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad”.
Los pre-tribulacionistas creen en dos venidas de Cristo y utilizarán los dos versículos anteriores como su autoridad. Los pos-tribulacionistas argumentarán que los muertos serán levantados al tiempo cuando Cristo regrese y Cristo solamente regresa después de la gran tribulación. Él no viene dos veces. Su autoridad es Mateo 24:29-31 que nos dice cuando regresa Cristo, “Inmediatamente
después de la tribulación de aquellos días, “SE OSCURECERÁ EL SOL Y NO BRILLARÁ MÁS LA LUNA; LAS ESTRELLAS CAERÁN DEL CIELO Y LOS CUERPOS CELESTES SERÁN SACUDIDOS. La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra. VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE VENIR SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria. Y AL SONIDO DE LA GRAN TROMPETA MANDARÁ A SUS ÁNGELES, Y REUNIRÁ DE LOS CUATRO VIENTOS A LOS ELEGIDOS, DE UN EXTREMO AL OTRO DEL CIELO”.
Por consiguiente Cristo regresa después de la gran tribulación. Para aquellos cuya autoridad son la Escrituras, la Biblia declara eso inequívocamente.
Jesús continua un poco más allá en Mateo 24:40-42, “Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra será dejada. Por lo tanto, manténganse despiertos porque no saben que día vendrá su Señor”. De nuevo Jesús se dirige a sus apóstoles, a sus seguidores, a aquellos que creen en él. Les dice en Mateo 24:19 que serán enviados a la tribulación y muertos antes de su regreso. A pesar de los horrores de la gran tribulación decenas de millones vendrán a él en ese tiempo y se regocijarán en el cielo al final. Sobrevivirán algunos este tiempo de tribulación y permanecerán fieles hasta el final. Aquellos que sobrevivan en rebelión a Su autoridad serán juzgados como enemigos del Rey.
El editor comenzó escribiendo este análisis creyendo firmemente en el rapto pre-tribulación y quiso exponer todos los argumentos para ello. Sin embargo, para tener un equilibrio se analizaron los argumentos pos-tribulación. Después de examinar esos argumentos, mi certeza sobre el rapto pre-tribulación se desplazó y ahora a luz de la evidencia de las Escrituras solo puedo concluir que probablemente no habrá un rapto pre-tribulación sino un gran tiempo de pruebas de aquellos que vistan el manto de Cristo y el juicio para todos los demás.
Sin embargo el asunto más importante no es si uno cree o no en el rapto pre-tribulación, sino más bien si uno ha aceptado a Jesucristo el Señor, el Mesías, como su salvador personal. Solamente de esta manera, usted tiene asegurada la vida eterna y lo mantendrá en la ira eterna sin Dios.
El final del asunto es que si no hay un rapto pre-tribulación, Dios lo verá a
través de la gran tribulación. Dios es mucho más que eso. ¿Así que porque no
aceptar su provisión por el pecado, a su Hijo? Ore de verdad por el rapto pre-tribulación
pero prepárese por la tribulación “porque habrá una gran tribulación, como
no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás”
(Mateo 24:21).
Cuando Sadrac, Mesac y Abednego se enfrentaron a la amenaza de
ser echados en el horno de fuego, le respondieron a Nabucodonosor: “el Dios
al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Pero
aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses
ni adoraremos a su estatua” (Daniel 3:17-18). La Iglesia de hoy necesita este
tipo de compromiso y no engañarse a sí misma con una salida fácil de la tribulación
que está delante de nosotros.
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