El libro y la película que saldrá pronto “El Código Da Vinci” esta basado sobre el mito del matrimonio entre Jesucristo y Maria Magdalena y que fue el padre de una hija cuya descendencia sobrevive en Europa.
En el libro, se presenta a la Iglesia Católica encubriendo esta descendencia durante 2.000 años y se presenta una alegada conspiración del Opus Dei escondiendo violentamente el secreto de la descendencia.
Además de clamar que Jesucristo estuvo casado con María Magdalena, el libro y la película por salir, cuya cercana versión del libro, no tienen escrúpulos en mostrar a la luz de manera negativa o peyorativa a la Iglesia Católica y al Opus Dei, un grupo católico conservador.
En la edición del 2 de Enero del 2.006 de la revista “Newsweek”, reporta que el vocero del Opus Dei, le solicitó al director de la película Ron Howard antes de comenzar el rodaje, que removiera lo que prela el nombre de la película a lo cual no recibió ninguna respuesta. Howard le dijo a Newsweek: “El Opus Dei es mencionado en el libro y nosotros no nos vamos a inhibir de eso ni de ningún otro aspecto de la película. ¿Acaso el contenido de la película se ha convertido un “evangelio”?
El autor del Código Da Vinci, Dan Brown, dijo en una entrevista en el programa televisivo norteamericano “Good Morning America” el 3 de Noviembre del 2.003 que inicialmente ella estaba escéptica a aceptar el escenario de que “Jesús
estuvo casado con María Magdalena”, énfasis mío, pero que luego creyó y lo presenta como una verdad histórica en el libro.
Hace veinticuatro años leí el libro “Holy Blood, Holy Grail” (la traducción literal seria “Santa Sangre, Santa Copa” pero el título en español se conoce mejor como “El Enigma Sagrado”), el cual especula que la búsqueda de la “Santa Copa” es realmente la búsqueda de la “Sang Royale” (Sangria) o la línea de sangre o descendencia de Jesucristo a través de su alegada esposa María Magdalena quien partió hacia Francia después de la crucifixión de Jesús. Este supuesto hecho histórico se mantuvo en secreto pero aludía indirectamente a grupos secretos tales como los Knights Templar (Los Caballeros Sosegados) y los Superiores de Sión (casa religiosa gobernada por oficiales monasterios).
Así que ¿hay acaso alguna autoridad bíblica que afirme que Maria Magdalena estuvo casada con Jesús?
Los cuatro evangelios ampliamente aceptados, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, contienen doce versículos sobre María Magdalena pero ninguno que haga referencia a algún tipo de relación marital entre Jesús y Maria Magdalena.
María Magdalena fue parte de un grupo de mujeres que viajaron con Jesús y sus discípulos cuando “Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas, proclamando las buenas nuevas del reino de Dios. Lo acompañaban los doce, y también algunas mujeres …” (Lucas 8:1). Probablemente esas mujeres ayudaron en el aprovisionamiento y en la alimentación de los viajeros. Nos informa Lucas 8:3 que Juana la esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos.
María Magdalena había sido liberada de espíritus malignos y de enfermedades: “María, a la que llamaban Magdalena, y de la que habían salido siete demonios” (Lucas 8:2).
Nos dice el evangelio de Mateo que al momento de la crucifixión había muchas mujeres presentes, viendo a la distancia. Estas eran las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea (Mateo 27:55), “Estaban allí, mirando de lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle”, entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 27:56). En el versículo 56 hubiera sido fácil identificar a María Magdalena como la “esposa de Jesús” si este hubiera sido el caso. Las otras mujeres fueron identificadas a través de su maternidad. María Magdalena es una de las muchas mujeres fieles seguidoras de Jesús, pero nada más.
Luego del sábado después de la crucifixión de Jesús, María Magdalena, María la madre de Jacobo y Salomé fueron al sepulcro de Jesús, llevando las especies aromáticas que habían preparado para ungir a Jesús (Marcos 16:2 y Lucas 24:1). Cuando llegaron al sepulcro encontraron removida una gran piedra que había sellado la entrada del sepulcro. Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con vestiduras blancas, un ángel, sentado a la derecha. El ángel les dijo a las mujeres que Jesús ¡ha resucitado de la muerte! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirle a los discípulos y a Pedro: “El va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo.” Temblorosas y desconcertadas, las mujeres saliendo huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie porque tenían miedo. (Marcos 16:1-8).
Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena de la que había expulsado siete demonios. Ella fue y avisó a los que habían estado con él, que estaban lamentándose y llorando. Pero ellos, al oír que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no lo creyeron (Marcos 16:9-11). Lucas 24:9-11 también relata que “al regresar (las mujeres) del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y las demás que las acompañaban. Pero a los discípulos el relato les pareció una tontería, así que no les creyeron”.
Por favor note que los apóstoles no creyeron lo que escucharon de María Magdalena y de las otras mujeres, y sin embargo, diez de los once apóstoles ¡murieron como mártires! Judas no está incluido porque el se colgó después de traicionar a Jesús. Juan probablemente murió de viejo, anciano, en la Isla de Patmos en el Mediterráneo.
Estarías tú dispuesto a morir por una mentira? Solamente una verdadera resurrección de Jesús, a quienes ellos creyeron muerto, pudo hacer que estos hombres que estaban de luto, llorando y con temor, se volvieran evangelistas de poder, dispuestos a morir por lo que creían.
Solo hay un versículo que se relaciona con algún contacto físico entre Jesús y María Magdalena. María Magdalena estaba llorando afuera del sepulcro. Ella vio a Jesús pero no le reconoció (Juan 20:14):
“Jesús le dijo: ¿Por que lloras, mujer? ¿A quien buscas? Ella pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: Señor si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo iré por él. – María - le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: - ¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro). – Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.” María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. ¡He visto al Señor!, exclamaba, y les contaba lo que él había dicho.” (Juan 20:15-18).
Contrario a la suposición del “Código Da Vinci”, se requiere de muchísima imaginación para interpretar la escena que describe la Biblia como una reunión entre esposo e esposa. María consideró a Jesús como el que cuidaba el huerto. Se refirió a él como “Raboni” o “Maestro”, una señal de respeto, y no “esposo” o “Jesús”. Probablemente le abrazó como de alegría de verle, pero más nada. Jesús le dijo a ella “Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre”, Jesús no quería que se acercara a él. Esta respuesta no es una respuesta de alguien cercano o íntimo, tal como uno esperaría hacia una esposa, luego de ser crucificado y resucitar.
En la tradición judía, el matrimonio es respetado. Jesús pudo bien haber sido el Hijo de Dios y casarse. Jesús fue totalmente Dios y totalmente hombre. El matrimonio no hubiera restringido su deidad, su divinidad, y el matrimonio no era algo que los judíos mantuvieran en secreto o escondido. Era muy normal estar casado. Los rabíes prominentes estaban casados. La Biblia nos dice que Pedro estaba casado. Si Jesús hubiera estado casado con María Magdalena, se nos habría dicho, estuviera escrito. No era del nada vergonzoso divulgarlo. En la nota anterior en Lucas 8:3 Juana es identificada como la esposa de Cuza, el administrador de Herodes. El libro de los Hechos 18:2 nos dice que Pablo se encontró en la Ciudad de Corinto con Aquila y su esposa Priscila, compañeros que hacían tiendas, y se quedó con ellos.
¿Quién entonces podría crear o inventar el mito de que Jesús estuvo casado con María Magdalena, y que por razones oscuras lo mantuviera en secreto?
Los agnósticos, un movimiento que se levantó en el primer siglo después de Cristo, y que se oponían a la deidad o divinidad de Cristo, aparenta ser la fuente de este mito.
Los primeros padres de la iglesia primitiva creían que Simón el Hechicero de Samaria (Hechos 8) era primero agnóstico. Los padres de la iglesia afirmaban que Simón practicaba la magia mientras todos exclamaban que era el gran poder de Dios. Según los padres de la iglesia, Simón enseñó que su acompañante, una prostituta era la reencarnación de Helena de Troya. Un discípulo de Simón de nombre Menander, enseñó al final del primer siglo en la Antioquia Siria que aquellos que creyeran en él no morirían. Desafortunadamente para Menander (y sus seguidores), el murió.
El único hombre en toda la historia que físicamente se levantó de la muerte fue la encarnación misma de Dios, Jesucristo (ver la página 5 en este sitio Web “La más grande señal – La Resurrección”), para que como dice la Escritura, “todo aquél que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:16.
Sin embargo los gnósticos enseñan el dualismo cósmico, que lo era espiritual era bueno y que lo era material era malo. El código Nag Hammadi ve la resurrección de Jesucristo como algo espiritual y no físico. Los gnósticos como los Yogas Hindúes, creen que los seres humanos deberían rechazar el mundo material y abrirse a sí mismos a lo “gnóstico” o conocimiento escondido.
El cristianismo enseña que la salvación y la vida eterna viene solamente al aceptar el sacrificio de Jesús en la cruz por la redención de nuestra naturaleza humana pecaminosa (los orientales verían esto como nuestra “vergüenza”). Al morir físicamente en la cruz, Jesús pagó el precio de nuestro pecado, por nuestra vergüenza. Si usted ora conmigo sencillamente de esta manera, “Jesús te entrego mi vida a ti, ven y toma control de mi vida, perdóname por mis pecados”, entonces aceptamos a Jesús, viene una nueva faceta en la vida y entramos en una relación personal con el Dios creador del universo.
Por otro lado, los místicos que creen que el mundo es una ilusión (“Maya” en el hinduismo) buscan la salvación dentro de nosotros mismos a través del conocimiento, la meditación, el yoga, las ceremonias secretas, el descubrir “verdades más elevadas”. Ellos no alcanzan la inteligencia infinita, el Dios personal, sino que tratan de encontrar la salvación en ellos mismos o a través de mitos inventados tal como el de Menander que al creer en el no moriríamos. Ninguno de esos mitos trae la paz espiritual porque no se acercan a la provisión de Dios por el pecado, Jesucristo.
Los gnósticos, hostiles a las afirmaciones de que Jesús era el Hijo de Dios encarnado (ver página 2 “La Importancia de la Trinidad” y
“las Pruebas Escriturales de la Trinidad” ), buscaron corromper este mensaje y confundir su historicidad.
Entre las varias corrupciones gnósticas está el invento de que Jesucristo estuvo casado con María Magdalena, tal como se presenta en algunos de los textos gnósticos primitivos.
La conclusión y punto final es que Maria Magdalena no estuvo casada con Jesús y no hay ninguna evidencia de que ella lo estuviera alguna vez (vea la página 5 en nuestro sitio Web
“La Confiabilidad Histórica de la Biblia” ).
Es lamentable que millones de lectores y asistentes a las películas de cine se expongan descuidadamente e irresponsablemente, a este mito, que la Iglesia Católica y el Opus Dei sean puestos fuera del margen de la realidad y demonizados por esto, y que todo el cuerpo de Cristo se quede como acusado al encubrir lo que realmente es un invento fabricado. |