Le
dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber
el amino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie
viene al Padre sino por mí. Si me conocierais, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. ( Juan
14:5-7 )
Jesús más que nadie afirmaba su declaración de ser Dios. Si uno vive en un cuarto
oscuro, como si fuera una representación de muchos sistemas de creencias que
existen hoy en día, que mejor manera de ver la verdad que encendiendo la luz.
El Cristianismo estaría de acuerdo con la descripción Islámica de Dios, sin embargo
en el Cristianismo, la vida eternal con Dios es una certeza cuando aceptamos
a Jesucristo como el hijo del dios. |
7~
Otros Escenarios
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El
Entendimiento del plan de redención de Dios a través de la salvación
ofrecida en la cruz del Calvario, nos da una poderosa herramienta
para probar la validez de cualquier sistema o creencia. |
¿Es
Jesús nada más que un Gran Profeta?
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Este
sistema de creencias representado por varias de las principales
religiones no acepta la deidad de Cristo, pero le da tales características
como: grande, sabio, y un loable humanista. Donde falla el sistema
es en no reconocer que Jesucristo es Dios encarnado, que Jesús
fue distinto y como una personalidad de Dios revelándose a sí mismo
al hombre como Hombre.
Cuando
Jesús fue arrestado por los jefes de los sacerdotes y los oficiales
del templo en Jerusalén fue llevado ante el Consejo de Ancianos
y el Sanedrín para ser interrogado. (Lucas 22:70-71): |
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Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? Le preguntaron a una voz. Ustedes mismos
lo dicen. ¿Para qué necesitamos más testimonios? Resolvieron.
Acabamos de oírlo de sus propios labios”. |
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La
afirmación de Jesús era una blasfemia para el Consejo de Ancianos
y por eso lo enviaron a Pilato el gobernador romano, pidiendo a Pilato
que lo crucificara. Pilato interrogó a Jesús y le preguntó si era
el rey de los judíos. |
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“Mi reino no es de este mundo, contestó Jesús. Si lo fuera, mis propios guardias
pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi
reino no es de este mundo. ¡Así que eres Rey! Le dijo Pilato.
Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto
vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo lo que
está de parte de la verdad escucha mi voz” (Juan 18:34-37). |
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Jesús
más que nadie afirmaba su declaración de ser Dios. Si uno vive
en un cuarto oscuro, como si fuera una representación de muchos
sistemas de creencias que existen hoy en día, que mejor manera
de ver la verdad que encendiendo la luz. El Antiguo Testamento
testifica la verdad y nos dice quien es la luz del mundo. “Mientras
esté yo en el mundo, luz soy del mundo” (Juan 9:5). “Yo soy la
luz que ha venido al mundo, para que todo él que crea en mí no
viva en tinieblas” (Juan 12:46).
No hay hombre que jamás haya realizado los milagros
que Jesús hizo: restaurar la vista al ciego, levantar al muerto
(una pequeña niña, a Lázaro, al hijo único de la viuda), convertir
el agua en vino, sanar al paralítico, ordenar a los espíritus demoníacos
que salieran de las personas, ordenarle a una legión de demonios
que saliera de un hombre y fueran a un hato de cerdos, sanar al
leproso, sanar a una mujer que sufría de flujo de sangre durante
doce años, alimentar a cinco mil personas con cinco panes y dos
pececillos, caminar sobre el agua, ordenar al viento y a las olas
que se calmen. Los milagros continúan y continúan. Ningún hombre
sobre la historia de la tierra ha declarado lo que Jesús dijo,
ni ha respaldado estas cosas con tal poder sobre la naturaleza,
los demonios, las enfermedades y la muerte misma.
Ni siquiera la tumba pudo retenerle. Los cuerpos
de los profetas están todos en sus sepulcros, descompuestos. Jesús
no está en la tumba sino que se levantó de la muerte al tercer
día tal como él lo profetizó. Él no tuvo pecado. La muerte no lo
retuvo. Cuando estaba colgado en la cruz en la hora novena, Jesús
clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo
27:46). Las tinieblas cubrieron la tierra durante tres horas. En
ese momento Jesús gritó, estaba siendo cargado y devorado por los
pecados del hombre de todas las generaciones, el cordero del sacrificio,
fue el único momento de su vida terrenal en el cual fue separado
de Dios. El pecado es tan oscuro y perverso que separa al hombre
de Dios. El hecho de que Jesús se levantó de los muertos revela
que su sacrificio fue perfecto y de una vez y para siempre. ¿Qué
profeta ha clamado alguna vez lo que Jesús dijo?: “Yo soy la resurrección
y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que
vive y cree en mí no morirá jamás.” (Juan 11:25-26). ¿Son acaso esas palabras las de un “gran maestro,
rabino, de Abraham, Moisés o de Dios mismo? ¿Qué gran maestro alguna
vez ha hecho promesas que hayan ido más allá de la muerte física
del hombre?
Jesús no se levantó de la muerte como un espíritu
sino que se levantó con su cuerpo físico. Once de sus apóstoles
lo vieron (Judas se quitó la vida colgándose por haber traicionado
sangre inocente). Jesús les dijo: “Miren mis manos y mis pies.
¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos,
como ven que los tengo yo” (Lucas 24:39). Les preguntó si tenían
algo de comer, habían pasado tres días desde su última comida.
Le dieron un pedazo de pescado asado y lo comió delante de ellos.
Más adelante volvió a comer pescado delante de trescientas personas.
Entonces les dijo: “Cuando estaba todavía yo con ustedes, les decía
que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en
la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44). |
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El
Testimonio de la Profecía Cumplida
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Ningún
profeta de hombre jamás ha cumplido ninguna profecía acerca de
su venida. Sin embargo, Jesús cumplió una gran cantidad de profecías.
A menos de que Dios haya creado todas esas profecías juntas, es
imposible que se hayan cumplido coincidencialmente. Los autores
de los evangelios, Lucas, Marcos, Juan y Mateo, hacen referencias
a muchas de esas profecías del Antiguo Testamento, así como Pablo
en el libro de los Hechos y en sus Epístolas. Si vemos algunas
de las profecías del Antiguo Testamento el incrédulo será persuadido
de que la historia ha estado dirigida por la mano de Dios:
El
profeta Miqueas quien profetizó en los años 756 al 697 a.C. vio
la venida de aquel que gobernaría a Israel. Ese gobernante ha existido
desde los “días de la eternidad”: |
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Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará
a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta
tiempos inmemoriales. (Mi. 5:2) |
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|
Jesús
nació en Belén y su padre José pertenecía al clan de Judá. Luego
de su regreso, Él será el gobernante de Israel y cumplirá partes
de muchas otras profecías. Y tal como Dios, sus días son desde
la eternidad.
Isaías profetizó alrededor del año 700 a.C. “Porque nos ha nacido un niño,
se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se
le darán estos nombre: Consejero Admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe
de paz” Isaías 9:6. ¿Cuándo ha sido un niño llamado “Dios fuerte” y “Padre
eterno”?
El
Salmo 22 escrito unos cuatrocientos años antes de la crucifixión,
y conocido por los judíos, describe el sufrimiento de Jesús en
la cruz. “Como perros de presa, me han rodeado; me ha cercado una
banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies” Salmo
22:16. No era de extrañar para aquellos que eran crucificados el
empujar sus cuerpos hacia arriba con sus pies y rodillas para evitar
la sofocación. Esto les ayudaba a mantener su cavidad toráxica
ensanchada y así poder respirar. Para que murieran rápidamente,
los soldados quebraban las piernas a las víctimas para que sus
pulmones colapsaran. Jesús fue crucificado el día previo al sábado,
y no se permitía que las crucifixiones llegaran al día sábado.
Al aproximarse ese día los soldados se acercaron a Jesús para romperle
los huesos de sus piernas pero Él ya estaba muerto, así que no
le quebraron sus huesos. Dice el Salmo 22:17 "Puedo contar todos mis huesos”.
Isaías
quién profetizó entre el año 758 y el 698 a.C. declara: “Él fue
traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a
sus heridas fuimos sanados” (Is. 53:5-6). Para Isaías hubiera sido
imposible haber compuesto el capítulo cincuenta y tres, capítulo
profético que describe la venida de Jesús y su muerte como sacrificio
en nuestro lugar, sin un Dios que existiera fuera de nuestro tiempo
y sin un Dios dando a su profeta Isaías una rápida mirada dentro
del plan de redención de Dios.
El
profeta Zacarías quien nació en Babilonia, regresó con la primera
caravana de exilados bajo Zorobabel y Josué para reconstruir a
Jerusalén y se involucró en la construcción del segundo templo
profetizando: “¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría,
hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, salvador
y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna”
(Zac. 9:9). Zacarías se gozaba en las visiones que recibía de Dios.
En Zacarías 11:12-13 profetiza: |
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“Les dije: ‘Si les parece bien, páguenme mi jornal; de lo contrario, quédense
con él.’ Y me pagaron solo treinta monedas de plata. ¡Valiente
precio el que me pusieron! Entonces el Señor me dijo: ‘Entrégaselas
al fundidor.’ Así que tomé las treinta monedas de plata y
se las di al fundidor del templo del Señor.” |
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|
Judas
Iscariote entregó a Jesús a los jefes de los sacerdotes por treinta
piezas de plata. Cuando Judas vio que Jesús había sido condenado
sintió remordimiento y regresó las treinta monedas de plata a los
jefes de los sacerdotes y a los ancianos diciendo que había pecado
y traicionado sangre inocente. Echó el dinero en el santuario (“en
la casa del Señor”). Los jefes de los sacerdotes concluyeron que
no era legal devolver el dinero a las arcas del templo porque era
precio de sangre. Por eso compraron con el dinero el campo de un
alfarero para sepultar extraños. Dios le reveló esto a Zacarías
cientos de años antes. Sin embargo Zacarías no fue engañado por
las maquinaciones legales de los sacerdotes que para evitar mancharse
de sangre inocente colocaron el campo justo en la casa del Señor.
La
Biblia tiene muchas profecías de las cuales están por cumplirse
muchas todavía. Algunas de las profecías del libro de Daniel se
han cumplido pero las que están en Apocalipsis no se han cumplido.
La gran cantidad de profecías que se han cumplido le da credibilidad
a las que están por cumplirse. Solamente Dios puede ver claramente
el pasado y el futuro debido a que Dios existe fuera de nuestro
plano lineal y solo aquellos inspirados por él pueden realizar
profecías tan precisas que testifican la verdad del evangelio de
Jesucristo.
El
profeta Miqueas quien profetizó que el gobernante vendría del renuevo
de Israel (presentado anteriormente) también profetizó: |
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“Pero surgirá uno para pastorearlos con el poder del Señor, con la majestad del
nombre del Señor su Dios. Vivirán seguros, porque él dominará
hasta los confines de la tierra. ¡Él traerá la paz! Si Asiria
llegara a invadir nuestro país para pisotear nuestras fortalezas.”
(Mi. 5:4-5) |
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Este
parece ser un pasaje profético cumplido parcialmente. Jesús si
pastoreó su rebaño en la fuerza y majestad de Dios. En los últimos
días se levantará el anticristo, un líder posesionado demoníacamente,
quien según la profecía bíblica se le conocerá como el “Asirio”
o como “la Bestia”.
Los
asirios ocuparán a Israel pero serán salvados por una intervención
sobrenatural. “Entonces vi a la bestia y a los reyes de la tierra
con sus ejércitos, reunidos para hacer guerra contra el jinete
de aquél caballo y contra su ejército. Pero la bestia fue capturada
junto con el falso profeta. Éste es el que hacía señales milagrosas
en presencia de ella, con las cuales engañaba a los que habían
recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron
arrojados vivos al lago de fuego de azufre.” (Ap. 19:19-20).
”El
será grande hasta los confines de la tierra” es un paralelismo
con el regreso de Jesús a la tierra, expuesto en Apocalipsis 19:
14-15: “Lo siguen los ejércitos del cielo, montados en caballos
blancos y vestidos de lino fino. Los demás fueron exterminados
por la espada que salía de la boca del que montaba a caballo”;
y él gobernará con vara de hierro. Este pasaje tiene que ver con
una intervención celestial (que todavía no ha ocurrido) en los
asuntos del hombre
Zacarías
12:8-10 también profetiza un evento que no ha sucedido, describiendo
un ataque de muchas naciones hacia Israel. Este ataque los llevará
a darse cuenta quien es Jesucristo: |
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En aquel día yo, el Señor, protegeré a los habitantes de Jerusalén. El más débil
entre ellos será como David, y la casa real de David será como
Dios mismo, como el ángel del Señor que marcha al frente de
ellos. En aquel día me dispondré a destruir a todas las naciones
que ataquen a Jerusalén. Sobre la casa real de David y los
habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de
súplica, y entonces pondrán sus ojos en mí. Hará lamentación
por el que traspasaron, como quien hace lamentación por su
único hijo; llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.” |
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La profecía esta consistentemente
presente a través del Antiguo Testamento y afirma que un Ser inteligente
ha marcando el curso de los eventos humanos. El cumplimiento de
la precisión del mensaje de la profecía del Antiguo y Nuevo Testamento
es una evidencia y no una mitología. La gran cantidad de profecías
que se ha cumplido nos da una base sólida para las verdades expuestas
en la Biblia y afirman su autoría sobrenatural. No hay manera de
que Jesús como hombre haya podido “escenificar” el cumplimiento
de las profecías relacionadas con su nacimiento, su misión, su
naturaleza, su personalidad, su muerte y su resurrección.
Ciertamente él como Dios si pudo hacerlo y lo
hizo, El escribió el guión. ¿Qué otro gran maestro ha tenido en
su llegada al escenario humano, profetizado miles de años antes
por profecías que no están relacionadas, independientes, y por
profecías que mencionan lugar de nacimiento, personalidad del “maestro”,
misión, forma de morir, modo de transporte que emplearía, cantidad
de dinero por el cual era traicionado, etc.? Uno simplemente tendría
que leer en detalle Isaías 52:13-15 e Isaías 53 para apreciar cuan
minuciosas son esas profecías.
Por ultimo, ¿qué “gran maestro” se ha levantado
jamás de los muertos y ayudado a sus amigos a pescar (Juan 21:6)
y comer pescado con ellos en dos ocasiones por separado? |
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¿Es
Jesús solo otro Avatar? ¿Qué hay de la Reencarnación?
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Cuando
estuve involucrado con la meditación y el yoga junto con la lectura
profunda de material hindú y de nueva era, siempre tuve la idea
de que Jesús era un avatar (copiado de la biografía del autor,
“Muerte de un faraón”). Se cree que un avatar es la encarnación
de seres espirituales poderosos que se encarnaban en el tiempo
para mostrarle a la humanidad el camino. Krisna, Buda, Moisés,
Jesús, Mahoma, y su último líder gurú o de Nueva Era, todos son
considerados avatares de igual dignidad.
El concepto de avatar tiene más que ver con la
creencia hindú de la reencarnación donde todos los organismos mueren
y regresan como un organismo más complejo. Se creían generalmente
que los humanos reencarnaban como humanos en círculos orientales,
en círculos occidentales, los peces, pájaros, insectos y animales
y humanos reencarnarían entre sus variadas formas. Nunca me tope
con una situación donde una planta o legumbre como un espárrago
se secaría y moriría para reencarnar como un gato doméstico,
La creencia en la evolución parecer coexistir felizmente con la creencia de
la reencarnación, aparenta existir un consenso general que en la próxima vuelta
o vida uno regresaría “más evolucionado”, asumiendo que uno no hubiese acumulado
un mal karma. El karma con esa propiedad le evita reencarnar a una forma de
vida más alta. Le puede restringir a su nivel presente o enviarles a varios
niveles más bajos.
Si una persona ha hecho cosas malas, malo siendo
conducta lo cual no es necesariamente malvado sino más “anti-vida”
o que le “resta energía”, entonces esa persona habrá acumulado
un mal karma, y solo a través de acciones positivas en la próxima
reencarnación tendrá que balancear ese karma malo con el karma
bueno. Cuando el karma bueno sobrepasa el karma malo, esa persona,
pájaro, pez o animal, progresará a una forma de vida más alta.
De esa manera, una rana con un buen karma pudiera reencarnar como
un canario, un camarón como un grillo, un águila como un lémur.
Aquellos que no creen en cruzar la línea entre las formas de vida
tendrían solamente que una sardina reencarna como una lobina, un
saltamontes como una mariquita, o un comerciante de mulas en un
vendedor de minivans.
Los avatares como poderosos seres espirituales
han trascendido la rueda de la reencarnación. Y aún habiendo escapado
la rueda ellos miran atrás a aquellos que todavía están luchando
y desearían ayudarles salir del ciclo también. Ellos reencarnan
como avatares o profetas en varias épocas y en varias partes del
mundo. Ellos impactan esas comunidades y son reverenciados por
sus compañeros.
El evangelio que ellos traen no es el plan de
salvación de Dios ni la sangre de Jesucristo. Esos avatares de
la Vieja Era y Nueva Era, de acuerdo a los que creen en ellos,
predican la reencarnación, la necesidad de obedecer al avatar,
la meditación, yoga, y desde los cánticos durante todo el día y
noche, hasta sentarse en las montañas de Uruguay tratando de “hacer
contacto” con los Ovnis.
Jesús no es considerado en su perspectiva histórica
como el Hijo de Dios. Los conceptos de la caída de Adán y Eva,
el pecado, la separación de Dios, la redención a través del sacrificio
en la cruz, son conceptos completamente extraños. Jesús generalmente
es una encarnación “iluminada” junto con otras muchas encarnaciones,
un mero paso más dentro de la serie de otros avatares. Un retrato
de Jesús estaría colgado en la pared de un ashram (sitio sagrado)
junto con los otros numerosos “seres”, muchos de ellos bastante
bizarros.
Lo que se considera es que Jesús era un místico
que se había capacitado con los Essenes, una secta mística y ascética
que vivió cerca del Mar Muerto, y que él estuvo en sus “años perdidos”
en la India. Estas son especulaciones que no están documentadas
ni tienen ningún basamento. El tener un retrato de Jesús junto
con los avatares más bizarros como Krisna, un individuo que ni
siquiera estamos seguros de que existió, le da al devoto oriental
un elemento de familiaridad. En medio del incienso, la música con
la cítara, y el retrato del gurú a cuyo ashram (sitio sagrado)
pertenece, un retrato de un Jesús languidecido vagamente puede
reafirmar algo. El Jesús occidental no es el Jesús bíblico. Como
carpintero, profesión que conlleva mucho ejercicio físico, Jesús
probablemente era fuerte y de rasgos duros. Su ministerio fue asertivo
y dinámico.
Jesús no enseño sobre la reencarnación y la Biblia
declara de manera contundente que “Y así como está esTablecido
que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio”
(Heb. 9:27). Jesús no le enseñó a sus discípulos ejercicios físicos
y espirituales que los llevaría a la “cabeza líder”, a la “conciencia
cósmica o al “rama”. Su declaración fue muy sencilla: “Yo soy la
resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera”
(Juan 11:25). El que practica la Nueva Era, el misticismo oriental,
o el cultista “cristiano” tomará el “yo” de la declaración personal
de Jesús y la expandirá al “yo” universal.
Para utilizar la terminología de Nueva Era el
“yo” será explicado como “el yo existente en todos nosotros”. Sin
un entendimiento del plan de salvación de Dios que ya se discutió,
cualquiera puede fácilmente ser engañado por este juego de semántica.
Después de todo, la serpiente engañó a Eva en el jardín y le dijo
que si comía: “Llegaría a ser como Dios”. |
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¿Somos
Pequeños dioses
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En
la medida en que entramos al siglo veintiuno encontramos una gran cantidad
de hombres y mujeres en el planeta que quisieran ser como Dios, pero
no son sino pequeñitos dioses orgullosos tratando de agarrar lo más que
puedan para ellos y cuestionando la existencia del Dios verdadero. Cuando
el Dios verdadero es irrelevante, el hombre se convierte en su propio
dios, y por estar el hombre en pecado, las sociedades se desmoronan.
No existe ninguna restricción moral en la política, en los negocios,
en la conducta sexual, en las relaciones personales, en las internacionales,
ni respeto para la creación de Dios.
Solamente
en los Estados Unidos se llevan a cabo casi dos millones de abortos al
año. Grandes partes de la antigua Unión Soviética están deterioradas
por una gran contaminación ambiental. Bandas de matones causan terror
en las principales ciudades como Los Angeles, Río de Janeiro y Moscú.
Las bandas de matones de la “alta clase” están manipulando los mercados
financieros y las bolsas desde lujosas oficinas. En la medida en que
la ley de Dios se presenta, la ley del hombre trae anarquía y desorden,
solo para ser reemplazada por una eventual represión de dictaduras, manejadas
por hombres imperfectos.
Dios
no tolera las maldades del hombre por siempre. La generación de Noé fue
destruida por el diluvio. Sodoma y Gomorra fueron destruidas con fuego
y azufre. A través del profeta Jeremías Dios le advirtió al reino de
Judá que Él traería calamidad sobre su gente por haberse apartado del
Señor para ofrecer sacrificios a dioses extraños. La calamidad vendría
porque “han llenado de sangre inocente este lugar, han construido santuarios
paganos en honor de Baal, para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos
a Baal” (Jeremías 19:5).
Hoy
los molinos de la muerte están moliendo a través de los Estados Unidos
matando más de cinco mil niños que no nacen a diario a través de inyecciones
químicas, mutilaciones de fetos y píldoras de la muerte. Los abortos
se han convertido en un gran negocio, han sido legalizados y subsidiados
por las cortes y por el gobierno, por hombres y mujeres quienes distribuyen
la muerte a aquellos que no pueden clamar. Tal como Judá quemó a sus
hijos en sus sacrificios en los altares, de la misma manera nosotros
hemos matado a nuestros hijos en los altares de la diosa de lujuria.
Babilonia
atacó y destruyó a Jerusalén y llevó cautivos a la gente de Judá, transplantándolos
de la manera como ellos lo hicieron con los que habían conquistado. Muchos
años más tarde Belsasar, el rey de Babilonia, tomó los vasos sagrados
de plata que había robado del templo en Jerusalén y los deshonró al tomar
de ellos en una fiesta y así lo hicieron sus invitados y sus concubinas.
De la nada la mano de un hombre se materializó y comenzó a escribir en
una pared. Daniel interpretó el mensaje que decía: “Dios ha contado los
días del reino de su majestad, y les ha puesto un límite. Su majestad
ha sido puesto en la balanza, y no pesa lo que debería pesar. El reino
de su majestad se ha dividido, y ha sido entregado a medos y persas.”
(Dn. 5:26-29). Esa misma noche, Babilonia fue invadida a través de su
sistema de acueductos y Belsasar, un dios mortal, fue asesinado. |
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Ozymandias
Me encontré un viajero de una tierra antigua. Quien dijo: “Dos piernas enormes
de piedra sin tronco están en el desierto. Cerca de ellas en la arena a medio
hundir, se encuentra el rostro exhausto, su ceño fruncido y arrugados labios,
con una mueca de comando frío. Dice de su escultor cuyas pasiones leen, las
cuales sobreviven todavía, estampado en cosas inertes. La mano que se burla
de ellos y el corazón que alimenta; Y en el pedestal aparecen estas palabras:
“Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
Mira mi trabajo, tu poderoso y con la esperanza perdida”. Ya no queda nada.
Alrededor el deterioro de ese colosal destrozo, ilimitado y vacío. La soledad
y la arena llana se pierden de vista.
Percy
Bysshe Shelley 1792-1822
Con relación a Ramses II. |
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El Cristianismo y El Islam
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- Ambos
afirman, reconocen y aceptan la existencia de Dios.
- Ambos
creen en la resurrección del cuerpo físico, una vida más allá de la muerte,
un lugar llamado cielo para el justo y un lugar llamado infierno para
el malo.
- Ambos
aceptan el día del juicio final que vendrá repentinamente en el tiempo
conocido solo por Dios y presentado como un cataclismo.
- Ambos
creen que el perdón se obtiene solamente por la gracia de Dios, sin embargo
el Cristianismo asegura la salvación a través de una creencia sincera
en Cristo.
- Para
ser digno de alcanzar el perdón en el Islam se requiere del hombre un
implacable auto-control y servicio a Dios por medio de buenas obras especialmente
por oración y limosnas. Sura (capítulo) 23:102-103, “Aquellos cuyos balances
son pesados serán bendecidos. Pero aquello cuyos balances son livianos,
perderán su alma en el infierno para siempre.” La Biblia enseña en Efesios
2:8-9, “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto
no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para
que nadie se jacte”. Tito 3:5 “Él nos salvo, no por nuestras propias
obras de justicia sino por su misericordia”.
- El
Cristianismo estaría de acuerdo con la descripción Islámica de Dios como
“el Compasivo, el Misericordioso, el Protector, el Proveedor, el Perdonador,
el Clemente, siempre listo para volverse al pecador arrepentido”. Sin
embargo en el Cristianismo, la vida eternal con Dios es una certeza cuando
aceptamos a Jesucristo.
- En
el Cristianismo toda la justicia del hombre, para citar al profeta Isaías,
es como trapo de inmundicia ante Dios: Isaías 64:6 “Todos somos como
gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia”.
Si embargo, los hombres sin importar cuan buenos son, todavía están en
estado de pecado, separados de Dios por la mancha de pecado de Adán y
Eva. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Nadie puede
ser lo suficientemente bueno para estar en la presencia de Dios excepto
Jesús el Cordero sin mancha, quién tomó los pecados del mundo. La salvación
es un regalo de Dios a través del sacrificio de Jesucristo el Hijo de
Dios en la cruz del calvario. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio
a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino
que tenga vida eternal.” (Juan 3:16).
- Ambos
el Islam y el Cristianismo ven las evidencias de la existencia y el poder
de Dios en la naturaleza. Dios es el creador de la creación.
- Ambos
el Islam y el Cristianismo buscan a los profetas para consejo y sabiduría.
Mahoma en el Corán recuerda una y otra vez las catástrofes que le han
sobrevenido a los egipcios, la “gente de Lot”, la “gente de Noé”, y recuerda
y hace referencia a la vida de José y Juan el bautista, David y Salomón
y Jesús.
10. Ambos
enseñan que los hombres deben orar a Dios. Los sura (capítulos) relacionados
con la Meca mencionan solamente las oraciones de la mañana y de la tarde
y la oración privada durante la noche. Jesús enseña a los cristianos
como orar el “Padre nuestro”.
11. Ambos
el Cristianismo y el Islam enseñan sobre las limosnas. Malaquías urge
a los cristianos para que diezmen. El Nuevo Testamento urge a los cristianos
para que diezmen con alegría, y Jesús reafirma la práctica del Antiguo
Testamento de diezmar en Mateo 23 versículo 23: “¡Ay de ustedes, maestros
de la ley y fariseos hipócritas! Dan la décima parte de sus especias:
la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes
de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían
haber practicado esto sin descuidar aquello”.
12. Sura
iv, v 135 del Corán da una guía de un credo para los musulmanes:
"Oh
tú que crees, cree en Dios y en Su Apóstol y en el Libro que el ha dado
a su Apóstol y la Escritura que le había sido dada antiguamente. Todo
aquel que niegue a Dios, y sus Ángeles, y su Libro, y sus Apóstoles,
y el Último día, se ha desviado de la Verdad”.
El Islam
se refiere a Dios como Alá, que una forma abreviada de Al-ilah, ‘El dios’.
Los ‘nombres
más hermosos’ de Dios incluyen, el que Escucha, el que Ve, el que Provee,
el que Estima, el que Perdona, el que Guarda, el que Guía. Existen otros
noventa y nueve ‘nombres más hermosos’.
El famoso
verso del Trono (Sura ii, v. 256) es una exposición de Dios:
“Dios, no
hay dios sino Él, el que Vive, el que Subsiste por sí mismo. Ni se duerme
ni se adormece. A él le pertenece todo lo que está en los cielos y todo
lo que está en la tierra. ¿Quién intercederá por él salvo que sea por
su voluntad? El conoce lo que está presente con el hombre y lo que le
ocurrirá, y no hay quién comprenda su Conocimiento salvo por su voluntad.
Su trono es tan grande como los cielos y la tierra, y el cuidado de ellos
no le quita fuerzas. Él es el Altísimo, el Poderoso”.
Muchos cristianos
estarían de acuerdo con la exposición de Dios en el verso del Trono.
13. Ambos
el Cristianismo y el Islam creen en la existencia de ángeles. En la simbología
del Corán los ángeles están representados como mensajeros de Dios. Los
dos ángeles Miguel y Gabriel mencionados en la Biblia se encuentran en
el Corán. Gabriel se identifica como el “mensajero ilustre, señor de
poder” (lxxxi, vv. 19-21) quién le comunicó el Corán a Mahoma y de nuevo
con el “Espíritu Santo” quien anunció el nacimiento de Jesús de la virgen
María, en tres pasajes se menciona que fortaleció a Jesús.
14. El
Cristianismo y el Islam creen en la existencia de los demonios, aunque
el Islam representa a los demonios como espíritus demoníacos y no como
ángeles caídos. Esos espíritus son seres creados al igual que los hombres
pero son creados de fuego y no de tierra. Existen espíritus creyentes
y los incrédulos, los espíritus incrédulos serán juzgados con los hombres
y condenados al infierno. En oposición a los profetas, los shaitans o
espíritus satánicos enseñan brujería a los hombres. Ellos tratan de escuchar
lo que se discute en el cielo pero las estrellas fugaces los mantienen
alejados. El shaitan (Satanás mismo) o Iblis es el líder de esos espíritus
malignos. Su caída de entre los ángeles se debe a la desobediencia del
mandato de Dios de adorar a Adán. Por ese motivo fue maldecido y no se
le dejará tranquilo sino hasta el Día de la Resurrección. Se le dio autoridad
sobre la humanidad para seducirlos.
En el Islam y en todo caso para el Cristianismo, Dios existe
desde la eternidad hasta la eternidad: “No invocarás ningún otro dios
sino Alá; no hay dios sino él. Todo perecerá excepto su faz. A él le
pertenece el reino y ante él serás llevado para juicio” (xxviii, v. 88).
Donde entran en desacuerdo el Islam y el Cristianismo es en
la naturaleza de Dios. El Dios de los cristianos es trino, tres personas
en uno. El Islam se opone en otorgarle compañeros a Dios. “De cierto
Dios no perdonará el asociarle compañeros a Él; y solo por su voluntad
él perdonará a quién le plazca, pero a todo aquél que le asocie un compañero
a Dios ha concebido un pecado monstruoso” (Sura iv, v.48, 49).
El Corán describe a Mahoma como un mortal, comisionado para
llevar la advertencia de de Dios y el mensaje de salvación. Él no tiene
conocimiento sobrehumano más allá de lo que le ha sido revelado, y no
se la otorgado ningún poder milagroso.
La historia de Jesús se encuentra en el Corán en las versiones
producida en Meca y en Medina (Ciudades sagradas del Islam) y expone
sobre el nacimiento virginal y los milagros. Sin embargo el Corán niega
la divinidad de Jesús y su afirmación de la divinidad. Jesús no es un
dios ni el Hijo de Dios. El Corán enseña que Jesús fue concebido milagrosamente
pero ese no es el nacimiento virginal de Jesús. Así como Adán fue creado
de la tierra, el Corán enseña que Jesús fue creado por Dios en el vientre
de María.
La Biblia enseña: “ … le dijo el ángel … El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así
que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
Por otro lado, el Corán enseña que “Jesucristo, el hijo de María no era
sino un apóstol de Dios” (Sura 19:92).
Se rechaza la crucifixión como una fábula judía, otro con
su semejanza fue crucificado en su lugar. No obstante, el Injil, el libro sagrado (buenas nuevas o evangelio) es aceptado como una revelación
escrita y debe ser aceptado y creído junto con la Torá o Tawrah de Moisés, el Zabur o Salmos de David y el Corán o Recital.
Tal como se describe en los evangelios, Jesús es su mejor
abogado y de manera muy clara presenta sus afirmaciones acerca de su
deidad. En Juan 8:51 le dice a los judíos: “Ciertamente les aseguro que,
antes de que Abraham naciera, ¡YO SOY!” Los judíos dándose cuenta de
su declaración de ser eterno, entonces tomaron piedras para arrojárselas,
pero Jesús se escondió y salió inadvertido del templo”. Juan 1 nos dice:
“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el
Verbo era con Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de
él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a
existir. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.
Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido
extinguirla”. Continúa diciendo Juan: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó
entre nosotros. Y hemos contemplado su Gloria, la Gloria que corresponde
al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Jesús es
el Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros.
Juan 10:24-30 nos explica un poco más acerca de la afirmación
de Jesús sobre su deidad, lo hizo en el Pórtico de Salomón: “Entonces
lo rodearon los judíos y le preguntaron: ¿Hasta cuándo vas a tenernos
en suspenso? Si eres el Cristo, dínoslo con franqueza. Jesús les respondió: ‘Ya se los he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras
que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan, pero ustedes
no creen porque no son de mi rebaño. Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco
y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie
podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más
grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno.
Jesús les respondió: ‘Yo les he mostrado muchas obras irreprochables
que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?’.
Los judíos le respondieron: ‘No
te apedreamos por ninguna de ellas sino por blasfemia; porque tú, siendo
hombre, te haces pasar por Dios’”.
En Juan 14:6 Jesús declara: “Yo soy el camino, la verdad y
la vida. Nadie llega al Padre sino por mí”.
En Juan 5:23 Jesús declara, “El que se niega a honrar al Hijo
no honra al Padre que lo envió”. Verdaderamente para los cristianos honrar
al Padre es honrar al Hijo.
En Apocalipsis 11:15 cuando el séptimo ángel tocó su trompeta
“en el cielo resonaron fuertes voces que decían: ‘El reino del mundo
ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los
siglos de los siglos’”. El Señor y su Cristo son considerados iguales.
En el Cristianismo la tercera persona de la trinidad es el
Espíritu Santo. Juan 4:24 declara: “Dios es espíritu, y quienes lo adoran
deben hacerlo en espíritu y en verdad.”. Hechos 5:3 describe el Espíritu
Santo como Dios: “Ananías, le reclamó Pedro, ¿Cómo es posible que Satanás
haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te
quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no
era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en
tu poder? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios!”.
El Cristianismo se fundamenta sobre el tema de la resurrección
de Jesús, sin embargo, el Corán no lo acepta, “ellos ni lo matarán ni
lo crucificaron, solamente aparentaba ser eso”. Jesús al estar sin pecado
no fue manchado por el pecado de Adán, por lo cual no podía estar bajo
la maldición de la muerte. Solo Dios esta libre de pecado y Jesús es
uno con Dios, por lo cual la tumba no podía retenerle. Las evidencias
de la resurrección son presentadas en este sitio web bajo el tema “Evidencia
Poderosa Sobre La Deidad de Cristo” en la categoría “La Señal Más Grande – La Resurrección”.
De manera clara el Nuevo Testamento hace ver como murió Jesús,
“Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí …”
(Lucas 23:33), “Entonces Jesús exclamó con fuerza: ¡Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró” (Lucas 23:46).
El testimonio de Mahoma ocurrió 600 años luego de ocurrido
los acontecimientos relacionados con el Cristianismo. La vida de Jesús
fue escrita por testigos oculares y por gente que registró de primera
mano los testimonios. Toda la evidencia señala al hecho de que los primeros
tres evangelios se escribieron en los primeros treinta años en que ocurrieron.
En caso de que no fuera cierto, los testigos hostiles estuvieron vivos
en ese tiempo para refutar la precisión de lo que se narraba.
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