Hay cientos de profecías
entrelazadas unas con otras evidenciando que una mano sobrenatural
e invisible inspiró a los autores de la biblia. En la biblia existen
trescientas referencias de profecías sobre el Mesías que se cumplieron
en Jesús.
La realidad y la historicidad de la resurrección es el pilar más importante de
la fe cristiana. |
5~
Evidencia Poderosa Sobre la Deidad de Cristo
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La
Señal más grande: La Resurrección |
Jesús
dijo: “Nadie me la arrebata (mi vida), sino que yo la entrego por
mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también
autoridad para a recibirla. Este es el mandamiento que recibí del
Padre” (Juan 10:18). Pablo argumenta que “Si no hay resurrección, entonces
ni siquiera Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado,
nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes.
Aún más, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado
que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad
los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes
es ilusoria y todavía están en sus pecados. En este caso, también
están perdidos los que murieron en Cristo. Si la esperanza que
tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados
de todos los mortales” (1 Corintios 15:13-19). La realidad y la
historicidad de la resurrección es el pilar más importante de la
fe cristiana. Al levantarse Jesús de los muertos comprobó ser el
poderoso Hijo de Dios, con el mismo Espíritu de santidad de Dios
(Romanos 1:4).
R.M’Cheyne Edgar dijo en su obra “El Evangelio
del Salvador Resucitado” (The Gospel of a Risen Saviour): “Aquí tenemos el maestro de una religión que confiadamente profesa apostar
toda su afirmación en su poder y que después de vencer a la muerte
se levantaría de la tumba. Podemos asumir sin lugar a dudas que
nunca ha habido una propuesta como esa, ni antes ni después. Hablar
de esta extraordinaria prueba inventada por estudiantes místicos
de las profecías e insertada de la manera como ha estado en las
narrativas de los evangelios es colocar una gran carga sobre nuestra
credibilidad. Aquél que estaba dispuesto a arriesgarlo todo en
base a su promesa de regresar de la tumba mediante su poder, está
ante nosotros como el más fidedigno de todos los maestros, uno
que resplandece por las evidencias de su vida misma”.
Jesús predijo su resurrección y recalcó que al
levantarse de los muertos, esto sería una señal para autenticar
su afirmación de ser el Mesías. Las siguientes citas documentan
las afirmaciones que Jesús hizo sobre su resurrección: Mateo 12:38-40;
16:21; 17:9; 17:22, 23; 20:18, 19; 26:32; 27:63. Marcos 8:31; 9:1;
9:10; 9:31; 10:32-34; 14:28, 58. Lucas 9:22. Juan 2:18-22; 12:32-34.
Solo para citar una de esas referencias, Juan
2:18-22: “Entonces los judíos reaccionaron, preguntándole: ¿Qué
señal puedes mostrarnos para actuar de esa manera? – Destruyan
este templo – respondió Jesús -, y lo levantaré de nuevo en tres
días. Tardaron cuarenta y seis años en construir este templo, ¿y
tú vas a levantarlo en tres días? Pero el templo al que se refería
era su propio cuerpo, Así, pues, cuando se levantó de entre los
muertos, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho, y creyeron
en la Escritura y en las palabras de Jesús”.
Utilizando la perspectiva histórica notamos que
la resurrección de Cristo es un evento que ocurrió en una dimensión
definida de tiempo y espacio. El noTable escolar y maestro Wilbur
Smith (Smith, Wilbur M. Therefore Stand: Christian Apologetic - ‘Por lo tanto permanece: Apologética Cristiana’, (Grand Rapids: Baker Book House, 1965, página 386) realiza la siguiente observación:
“El
significado de la resurrección es un asunto teológico pero el hecho
de la resurrección es un asunto histórico; la naturaleza de la
resurrección del cuerpo de Cristo puede ser un misterio pero el
hecho de que su cuerpo desapareció de la tumba es un hecho sobre
el cual decidir basado en la evidencia histórica. El lugar es un
lugar definible geográficamente, el hombre que compró el sepulcro
fue un hombre que vivió en la primera mitad del primer siglo; la
tumba fue hecha de la roca en una colina cerca de Jerusalén, no
era ningún invento ni una cortina de humo para distraer, sino algo
que tiene una importancia geográfica. Los guardias ante la tumba
no eran seres ficticios del monte Olimpo; el Sanedrín fue un cuerpo
de hombres que se reunía frecuentemente en Jerusalén. Esta persona
Jesús, tal como lo afirma una gran cantidad de literatura, fue
un ser viviente, un hombre en medio de los hombres; y cualquier
otra cosa que haya sido, y los discípulos que salieron a predicar
al Señor resucitado eran hombres en medio de los hombres, hombres que comieron, bebieron,
durmieron, sufrieron, trabajaron y murieron. ¿Qué tiene esto de
doctrina? Se trata de un problema histórico”.
“Digamos
que simplemente sabemos mucho más acerca de los detalles de las
horas que precedieron la muerte de Jesús en Jerusalén y acerca
de Jerusalén, que de lo que sabemos sobre de la muerte de cualquier
otro hombre en todo el mundo antiguo” (Página 360).
La resurrección de Cristo posee tanta abundancia
de evidencias entre las cuáles se incluye:
1. El testimonio de la historia:
Un
historiador judío de nombre Josefo escribió en su obra Tiempos Antiguos de los Judíos al final del primer siglo d.C. lo siguiente: “Había entonces un hombre en este tiempo, Jesús, un hombre sabio, si es que es
legal llamarlo hombre, fue un hacedor de maravillas, un maestros
de tales hombres que recibieron con agrado la verdad. Atrajo hacia
sí a muchos judíos y también a muchos de los griegos; este hombre
era el Cristo. Cuando Pilato le condenó a la cruz por la acusación
del hombre principal entre nosotros, aquellos que le amaron desde
el principio, no lo abandonaron; se les apareció vivo al tercer
día. Los profetas divinos habían hablado de estas cosas y de miles
de otras más acerca de él. Aún ahora la raza de los cristianos,
los que tomaron su nombre de él, no se ha desvanecido.”
Josefo
fue un judío tratando de complacer a los romanos y no hubiera relatado
esta historia de no haber sido verdadera; no era del agrado de
los romanos que Pilato apareciera condenando al “Cristo”.
2. El testimonio de los Apóstoles:
El
Profesor de Leyes de la Universidad de Harvard, Simón Greenleaf,
escribió en “Reconocimiento del Testimonio de los cuatro evangelistas según las reglas de
evidencia administrada por las Cortes de Justicia” lo siguiente: “Las grandes verdades que declararon los apóstoles era que Cristo
había resucitado de los muertos, y que solamente a través del arrepentimiento
del pecado y la fe en Él, el hombre podía tener esperanza de salvación.
Los apóstoles afirmaban esta doctrina a una sola voz, por donde
quiera que anduvieran, no solo bajo condiciones de desánimo, sino
ante los más espantosos errores que se puedan presentar delante
de los hombres. Su maestro acababa de morir como un malhechor por
la sentencia de un tribunal público. Su religión buscaba derrocar
las religiones del mundo entero. Las leyes de cada país estaban
en contra de las enseñanzas de sus discípulos; los intereses y
las pasiones de los gobernantes y grandes hombres del mundo estaban
en su contra; y las corrientes del mundo estaban en su contra.
Ellos no encontraron otra cosa sino oposición, ultraje, desprecio,
amargura, persecuciones, azotes, prisiones, tormentos y muerte
cruel. Aún así, propagaron su fe celosamente y sobrellevaron todas esas miserias, persistieron sin desmayar, y por encima de todas
las cosas, siempre gozosos. Fueron expuestos a muertes miserables
uno tras otro, y los que sobrevivieron, prosiguieron con su trabajo
con mayor ahínco y vigor. En muy pocas ocasiones se ha registrado
en los anales de las guerras militares un ejemplo de lo que significa
la constancia, la paciencia y un bravo coraje. Ellos tenían todas
las razones posibles para revisar cuidadosamente los fundamentos
de su fe y las evidencias de esas grandes realidades y verdades
que afirmaban; estaban constantemente rodeados de presión para
distraer su atención y desanimarlos. Por eso, de no haber sido
por la resurrección de Jesús, era imposible que ellos persistieran
en afirmar las verdades que creían, ellos sabían con certeza lo
que había ocurrido”. (Greenleaf, Simon. Testimonio de los Evangelistas,
Examinado por las normas de Evidencias Administradas en las Cortes
de Justicia, “Testimony of the Evangelists, Examined by the Rules of Evidence Administered
in Courts of Justice”. Grand Rapids: Baker Book House, 1965 (reimpreso de la edición 1847).
Después
de la crucifixión, los apóstoles se escondieron por temor a las
autoridades (que no tenían el coraje de irrumpir en la tumba de
Jesús y “robar” su cuerpo como lo querían hacer mostrar las autoridades
religiosas sobornando a los guardias). Aún así, de los doce apóstoles,
once murieron como mártires predicando que Jesús era el Hijo de
Dios quien se levantó de la muerte. Pedro negó a Jesús varias veces
después de que habían arrestado a Jesús, pero luego de su crucifixión
y sepultura, Pedro lleno de valor predicaba bajo amenaza de muerte
en Jerusalén que Jesús era el Hijo de Dios quién había resucitado.
Tan ferviente era la fe de Pedro que cuando llegó el tiempo de
su propia crucifixión pidió que lo crucificaran de cabeza porque
no era digno de morir como murió Cristo. Se cree que Tomás el que
había puesto sus manos en las heridas de Jesús, murió como mártir
atravesado por una lanza. Jacobo el hermano de Jesús que había
dudado de sus afirmaciones, murió como mártir apedreado después de que Jesús se le apareciera (1 Corintios 15:7).
Es
difícil morir por una mentira. En la historia reciente hemos visto
algunos morir por causas políticas en las cuales creyeron, pero
no hay nadie que haya muerto por aquello en lo que no han creído.
Algo transformó a estos intimidados y amilanados apóstoles en poderosos
portadores de su fe. Jesús se les había aparecido. En el libro
de Hechos se nos dice que Jesús se les presentó vivo a sus apóstoles.
“Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas
pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días
se les apareció y les habló acerca del reino de Dios” (Hechos 1:3).
3. Jesús de hecho murió en la cruz:
Mientras
colgaba en la cruz, “… le acercaron a la boca una esponja llena
de vinagre y dijo: Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza
y entregó el espíritu. Era el día de la preparación para la Pascua.
Los judíos no querían que los cuerpos permanecieran en la cruz
en sábado, por ser este un día muy solemne. Así que le pidieron
a Pilato ordenar que se les quebraran las piernas a los crucificados
y bajaran sus cuerpos. Fueron entones los soldados y le quebraron
las piernas al primer hombre que había sido crucificado con Jesús,
y luego al otro. Pero cuando se acercaron a Jesús y vieron que
ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de
los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le
brotó sangre y agua. El que lo vio ha dado testimonio de ello,
y su testimonio es verídico. El sabe que dice la verdad, para que
también ustedes crean” (Juan 19:30-35).
“Un
hombre corrió, empapó una esponja en vinagre, la puso en una caña
y se la ofreció a Jesús para que la bebiera. –Déjenlo, a ver si
viene Elías a bajarlo –dijo. Entonces Jesús, lanzando un fuerte
grito expiró. La cortina del santuario del templo se rasgó en dos,
de arriba abajo. Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al
oír el grito y ver cómo murió, dijo: -¡Verdaderamente este hombre
era el Hijo de Dios!” (Marcos 15:36-39).
“Era
el día de preparación (es decir, la víspera del sábado). Así que
al atardecer, José de Arimatea, miembro distinguido del Consejo,
y que también esperaba el reino de Dios, se atrevió a presentarse
ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato, sorprendido
de que ya hubiera muerto, llamó al centurión y le preguntó al centurión
si hacía mucho que había muerto. Una vez informado por el centurión,
le entregó el cuerpo a José” (Marcos 15:42-45). El centurión tenía
conocimiento de que Jesús había muerto; de otro modo el centurión
no le hubiera confirmado el hecho a Pilato, y Pilato no le hubiera
dado el cuerpo a José de Arimatea para ser enterrado.
“Entonces José bajó el cuerpo, lo envolvió en
una sábana que había comprado, y lo puso en un sepulcro cavado
en la roca. Luego hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.
María Magdalena y María la madre de José vieron dónde lo pusieron”
(Marcos 15:46-47).
4. La Piedra:
Cuando
transcurrió el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo,
y Salomé compraron especies aromáticas para ir a ungir el cuerpo
de Jesús. Iban diciéndose unas a otras: ¿Quién nos quitará la piedra
de la entrada del sepulcro? Pues la piedra era muy grande” (Marcos 16:1, 3, 4). Mateo también describe la piedra como muy grande (Mateo 27:60). Se cree que la piedra pesaba unas dos toneladas.
5. El Sello:
Aparte
del hecho de que una piedra tan grande alejaría a los potenciales
ladrones, más importante que el tamaño de la piedra era el sello
colocado sobre la piedra. Los fariseos fueron a Pilato y le dijeron
que Jesús había dicho que se levantaría después de tres días. Solicitaron
a Pilato que diera órdenes para que la tumba fuera asegurada hasta
el tercer día, “No sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo
y le digan al pueblo que ha resucitado. Éste último engaño sería
peor que el primero. – Llévense una guardia de soldados – les ordenó
Pilato-, y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. Así
que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron;
y dejaron puesta la guardia” (Mateo 27:64-66).
A.T.
Robertson en Ilustraciones de la Palabra en el Nuevo Testamento, Word Pictures in the New Testament (New York: R.R. Smith, Inc., 1931) describe el método probable que se utilizó
para sellar la piedra “… probablemente con una cuerda a lo largo
de la piedra y sellada en cada extremo tal como en Daniel 6:17
(“Trajeron entonces una piedra, y con ella taparon la boca del
foso. El rey lo selló con su propio anillo y con el de sus nobles,
para que la sentencia real contra Daniel no pudiera ser cambiada”.
El sello fue colocado en presencia de la guardia romana a quienes
dejaron a cargo para proteger el sello y el poder de la autoridad
romana. La guardia hizo lo mejor que pudo para prevenir el robo
y la resurrección (Bruce), pero reaccionaron más allá de la cuenta,
más bien proporcionaron testigos adicionales a la realidad de la
tumba vacía y la resurrección de Jesús (Plummer)”.
6. Las Ropas de la Tumba
Cuando
Simón Pedro entró al sepulcro de Jesús vio allí las vendas y el
sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario
no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte (Juan
20:3-9). John R.W. Stott comenta lo siguiente: “No es difícil imaginar
lo que estaba a la vista cuando llegaron al sepulcro que alegró
los ojos de los apóstoles: la gran losa de piedra, las vendas a
un lado, en otro lado, el sudario que había cubierto la cabeza
de Jesús y la separación entre ambas piezas. No es entonces de
extrañar que “vieron y creyeron”. Un vistazo a esas ropas demostró
la realidad y marcó la naturaleza de la resurrección. Las ropas
no habían sido tocadas, ni dobladas, ni manipuladas por ningún
ser humano. Eran como crisálidas desechadas de las cuáles ha emergido
la mariposa”. (Stott, John R.W. Cristianismo Básico, Basic Christianity. Downers Grove: Inter-Varsity Press, 1971).
7. El Engaño:
La
respuesta de Pilato a los fariseos fue: “ustedes tienen la guardia”.
De lo cual podemos interpretar que usted tiene la guardia romana
o que ya tiene su propia guardia como la policía del templo. Las
autoridades prevalecientes concluyen que la guardia romana estaba
apostada en su lugar. De lo contrario, ¿por qué motivo irían los
fariseos a Pilato para asegurar el sepulcro? No hubieran necesitado
la autorización de Pilato para apostar la guardia del templo que
permanecía bajo su control. Cuando Jesús resucitó, los guardias
temerosos de la ira de Pilato, informaron a los jefes de los sacerdotes
de todo lo que había sucedido (Mateo 28:11). Después de reunirse
estos jefes con los ancianos y trazar un plan, le dieron a los
soldados una fuerte suma de dinero y les encargaron: ‘Digan que
los discípulos de Jesús vinieron por la noche y que, mientras ustedes
dormían, se robaron el cuerpo. Y si el gobernador llega a enterarse
de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema.’ Así que los soldados tomaron el dinero e hicieron como se
les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que hasta el día de hoy ha circulado entre los judíos. (Mateo 28:13-15).
Debido a la estricta disciplina en el ejército
romano, cualquier guardia romano tendría razones suficientes para
temer las consecuencias de haber fallado en el deber, consecuencias
aplicadas por un Pilato furioso que los hubiera acusado de dormir
en su trabajo mientras el cuerpo era robado; esto representaba
la pena capital, la muerte. Evidentemente los jefes de los sacerdotes
ejercían influencia sobre Pilato, por eso sobornaron y prometieron
a los temerosos guardias protegerlos si ellos mentían y cambiaban
la versión de lo sucedido. Los jefes de los sacerdotes no hubieran
tenido que sobornar a la guardia del templo que estuviera bajo
su control directo. El recurrir al soborno de la guardia, se evidencia
que el cuerpo de Jesús ya no estaba y que no había sido robado.
El
Profesor Albert Roper (Roper, Albert. ¿Se levantó Jesús de los muertos? (Did Jesus Rise from the Dead?) Grand Rapids: Casa de Publicación Zondervan, copyright 1965) calcula el número
de la guardia romana entre diez y treinta y considera el sello
en la tumba como el Sello Imperial de Roma (cuya violación acarrearía
las consecuencias del Imperio Romano). El profesor William Smith
(Smith, William (ed.). Diccionario de Griego y Antigüedades Romanas (Dictionary of Greek and Roman Antiquities). Rev.ed. London: James Walton y John Murray, 1870) nos informa que el número
regular de la guardia romana es de cuatro, de los cuales uno de
ellos siempre actuaba como centinela mientras el resto “disfrutaba
de cierto grado de descanso; listos sin embargo para reaccionar
ante la primera alarma”.
Mateo
describe lo que sucedió esa noche mientras la guardia estaba de
turno, “… Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel
del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra
y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago,
y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto
miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos.”
(Mateo 28:2-4).
8. El Sufrimiento de Jesús:
Algunos
han dicho que Jesús no murió en la cruz sino que simplemente se
desmayó. Que luego de ser colocado en el sepulcro, revivió, se
levantó, y se fue.
Hay
algo que este argumento pasa por alto y es el sufrimiento físico
que sufrió Jesús antes y durante su crucifixión que le llevó a
su muerte. Jesús antes de ser llevado prisionero, viajó caminando
a través de Palestina; sería razonable asumir que tenía buena condición
física. La noche del jueves, anticipándose a su calvario en Getsemaní,
Jesús sufrió una intensa agonía mental y según describe Lucas,
un médico, sudó gotas de sangre. El sudar sangre es un fenómeno
raro pero que puede ocurrir en estados emocionales intensos y es
el resultado de las hemorragias producidas en las glándulas sudoríparas
(Doctor en Medicina William D. Edwards; Wesley J. Gabel, Master
en Divinidad; Floyd E. Hosmer, MS., AMI, “Sobre la Muerte Física
de Jesucristo” (On the Physical Death of Jesus Cristo, JAMA, 21 Marzo, 1986 – Vol. 255, No. 11, p. 1455).
Después
de que Jesús fue arrestado por los jefes de los sacerdotes en Getsemaní,
los oficiales del templo y los ancianos se burlaron de él, le cubrieron
los ojos y lo golpearon. Le preguntaron a una voz: “¿Eres tú, entonces,
El Hijo de Dios? Ustedes mismos lo dicen, respondió Jesús (Lucas
22:70), así que la asamblea en pleno lo llevó ante Pilato donde
le acusaron de agitar a la nación, de oponerse al pago de impuestos
al emperador y de decir que era el Cristo, un Rey. Pilato no encontró
nada de culpa en ese hombre y al saber que era galileo lo envió
a Herodes. Herodes se alegró al ver a Jesús y esperaba presenciar
algún milagro que hiciera Jesús. Herodes lo acosó con muchas preguntas;
con desprecio y burlas le pusieron un manto lujoso y lo enviaron
de vuelta a Pilato. Pilato informó a los jefes de los sacerdotes,
a los gobernantes y al pueblo. Les dijo que no encontró nada de
culpa en él, así que Herodes envió a darle una paliza para luego
soltarlo, pero todos gritaron a una voz: “¡Llévate a ése! ¡Suéltanos a Barrabás! Y pedían que le crucificaran. Pilato
decidió concederles su demanda.
El
azote legalmente predecía toda ejecución romana. Utilizaron un
corto látigo de trenzas de cuero que tenía incrustado pequeñas
bolas de hierro o pedazos afilados de huesos de oveja para lacerar
la carne. Fue azotado en la espalda, en las nalgas y en las piernas.
La intención del azote era debilitar a la víctima hasta que llegara
a un estado de colapso o muerte. Como resultado, el desangramiento
preparaba a la víctima y lo llevaba a un paro circulatorio y determinaba
cuanto tiempo sobreviviría la víctima en la cruz.
Los
soldados romanos escupieron a Jesús y lo golpearon en la cabeza,
colocándole una corona de espinas. Jesús estaba tan débil que los
soldados romanos tuvieron que obligar a Simón de Cirene a cargar
la cruz. Debido a que el peso total de la cruz estaba probablemente
por encima de los 163 Kg., solamente el patíbulo o la barra horizontal
con un peso de unos 40 a 68 Kg. fue cargada. Se colocaba sobre
la nuca en el cuello de la víctima balanceada sobre ambos hombros.
Los romanos preferían clavar las manos de la víctima
en la barra horizontal. Los hallazgos de restos de huesos de una
víctima crucificada encontrados de Jerusalén, que datan del tiempo
de Cristo, revelaron que se usaron clavos de hierro de 12,5 a 17,5
cm. de largo y de 3/8 pulgadas de grosor. Esos clavos atravesaban
las muñecas y no las palmas de las manos. Los romanos también preferían
clavar los pies de sus víctimas.
El peso del cuerpo colgado en una cruz, fijaba
los músculos intercostales en un estado de inhalación y gravemente
mermaba la exhalación de manera tal que la respiración era muy
superficial. Para poder exhalar era necesario levantar el cuerpo
afincándose sobre los pies, flexionar los codos y halar los hombros
casi en una posición vertical. Sin embargo, al intentar hacer esto
todo, el peso del cuerpo se colocaba sobre los tarsos produciendo
un dolor cauterizante. Además, la flexión de los codos causaría
rotación de las muñecas alrededor de los clavos de hierro causando
un dolor espantoso y daño a los nervios medio. Levantar el cuerpo
dolorosamente rasparía la espalda flagelada contra las ásperas
astillas de madera. Por si fuera poco, se agregaría al sufrimiento
los calambres musculares y las parálisis de los brazos extendidos
y levantados. Como resultado, cada esfuerzo respiratorio se tornaba
agonizante y agotador llevando eventualmente a la asfixia” (JAMA, 21 Marzo, 1986 - Vol. 255, No.11, p.1461).
Dependiendo
de lo severo de la flagelación, el sobrevivir en la cruz tomaba
de tres a cuatro horas, hasta tres a cuatro días. Cuando la flagelación
era relativamente suave, los soldados romanos agilizaban la muerte
rompiéndoles las piernas debajo de las rodillas sofocando a la
víctima. Por costumbre, uno de los guardias romanos atravesaría
también el costado con una lanza o espada hasta el corazón.
El evangelio de Juan nos relata: “Al probar Jesús
el vinagre, dijo: - Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza
y entregó el espíritu.” (Juan 19:30). Para que los cuerpos no permanecieran
en la cruz en sábado, le pidieron a Pilato ordenar que le quebraran
las piernas a los crucificados y bajaran sus cuerpos. “Fueron entonces
los soldados y le quebraron las piernas al primer hombre que había
sido crucificado con Jesús, y luego al otro. Pero cuando se acercaron
a Jesús y vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,
sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza,
y al instante le brotó sangre y agua.” (Juan 19:32-34).
Es absurdo alegar que Jesús no murió en la
cruz sino que sufrió un desmayo o un síncope, que luego revivió
en la calma de la tumba, que recobró sus fuerzas después de pasar
por un extenso trauma (incluyendo la espada que le atravesó el
corazón), que él solo empujó una piedra de dos toneladas y que
estuvo durante los siguientes cuarenta días ministrando a sus seguidores
por toda la tierra Santa. Examinar la extensa evidencia histórica
de su Resurrección, atestigua de su deidad y nos da la esperanza
de que al creer en Él, tenemos la vida eterna, tal como el verdaderamente
lo prometió. |
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La
Resurrección en Detalle |
- Un
engaño viciado o el hecho más fantástico de la historia
- LAS
TRES CREDENCIALES DE JESÚS
- IMPACTO
DE SU VIDA SOBRE LA HISTORIA
- CUMPLIMIENTO
DE LAS PROFECÍAS EN SU VIDA
- LA
RESURRECCIÓN
- CAMINO DE PRESUPOSICIONES MODERNAS (PERSPECTIVA
NATURALÍSTICA)
A. NO
HAY DIOS
B. VIVIMOS
EN UN SISTEMA CERRADO
C. NO
EXISTE LO SOBRENATURAL
D. LOS
MILAGROS NO PUEDEN SUCEDER
- COMO
RESULTADO Y A PESAR DE LA EVIDENCIA, ELLOS VEN UNA TUMBA VACÍA
Y DICEN QUE NO PUEDE HABER RESURRECCIÓN.
ESTAS
SON PRESUPOSICIONES FILOSÓFICAS Y NO EVIDENCIALES.
“SENCILLAMENTE
ES DIFÍCIL DE CREER” – DEBATE EN CALPOLY
TODO
LO SOBRENATURAL ACERCA DE JESÚS SE TIENE QUE DESCARTAR.
MUCHOS
DE LOS PROBLEMAS QUE LA GENTE TIENE NO ESTÁN RELACIONADOS CON LAS
EVIDENCIAS SINO CON SU MARCO REFERENCIAL FILOSÓFICO.
JOHN
WARWICK MONTGOMERY DICE “LA ÚNICA MANERA EN QUE PODEMOS CREER SI
UN EVENTO PUEDE OCURRIR O NO, ES VER SI DE VERDAD OCURRIÓ. ENTONCES
EL PROBLEMA DE LOS “MILAGROS” DEBE SER RESUELTO EN EL CAMPO DE
LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA Y NO EN EL CAMPO DE LA ESPECULACIÓN”
(“HISTORIA Y CRISTIANISMO”).
- EL CRISTIANISMO EN CONTRASTE CON OTRAS RELIGIONES,
SE CONSTRUYE SOBRE LA VIDA, LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE SU
FUNDADOR. EL RESTO DE CASI TODAS LAS RELIGIONES ESTA BASADO EN
PRESUPOSICIONES FILOSÓFICAS O EN IDEOLOGÍAS. EL CRISTIANISMO
SE BASA EN LA RESURRECCIÓN DE SU FUNDADOR PARA SUBSTANCIAR LA
VERDAD DE LO QUE SE DICE. OTRAS RELIGIONES SE BASAN EN LAS ENSEÑANZAS
Y FILOSOFÍAS DE SUS FUNDADORES.
R. M’Cheyne Edgar en su obra (‘El Evangelio del
Salvador Resucitado’, “The Gospel of a Risen Savior”) ha dicho:
“Aquí tenemos a un maestro de religión que calmadamente
profesa asentar sus afirmaciones basado en su habilidad de levantarse
de los muertos, luego de morir. Podemos asumir de manera acertada,
que nunca antes ni después ha habido tal propuesta. Hablar de esta
prueba extraordinaria inventada por estudiantes místicos de las profecías e insertarlas en la manera como se
encuentran en las narrativas de los evangelios, es una pesada carga
sobre nuestra credibilidad. Aquél que estaba listo para apoyar
todo sobre su habilidad de regresar de la tumba, está ante nosotros
como el más original de todos los maestros, uno que brilla por
su propia vida llena de evidencias por sí misma.
Si usted visita la tumba de George Washington
encuentra su cuerpo allí, si usted visita la tumba de Richard Nixon
encuentra su cuerpo allí, si usted visita la tumba de Jesús lo
que encuentra son … TURISTAS.
Wilbur
M. Smith, un noTable escolar y maestro dijo: “La Resurrección de
Cristo es la misma ciudadela de la fe cristiana. Esta es la doctrina
que revolvió al mundo en el primer siglo y lo colocó de cabeza,
la resurrección levantó al cristianismo prominentemente por encima
del judaísmo y las religiones paganas del mundo mediterráneo. Si
se quita la resurrección, también debe quitarse casi todo lo demás
que es vital y único en el Evangelio del Señor Jesucristo: ‘Si
Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria.’ (1 Cor.
15:17).”
Uno de los más grandes abogados norteamericanos,
el Dr. Simón Greenleaf, dijo con relación al área de evidencia
circunstancial: “SI HAY SUFICIENTE GENTE VIVA CUANDO LA INFORMACIÓN
DE UN EVENTO ES PUBLICADA, Y ESA GENTE, SEA TESTIGO OCULAR DE UN EVENTO O QUE HA PARTICIPADO EN ÉL, ENTONCES
PODEMOS ESTableCER CON BASTANTE PRECISIÓN LA VALIDÉZ DE UN EVENTO
SECULAR”.
El Dr. Greenleaf escribió tres volúmenes sobre
las leyes de evidencias legales. Era un escéptico que siempre se
burlaba de los cristianos en sus clases en la Universidad de Harvard.
Varios de sus estudiantes lo retaron para que aplicara las leyes
de evidencias legales a la resurrección de Jesucristo. Durante
el proceso se convirtió en un creyente y llegó a la conclusión
de que la resurrección de Jesucristo es uno de los hechos mas firmes
de toda la historia.
El Dr. Frank Morrison, reportero e ingeniero con
cierta preparación en leyes, admiraba realmente el estilo de vida
de Jesucristo pero pensaba que la resurrección era un mito. Se
dispuso a escribir un libro para refutar el mito de la resurrección,
y fue tan sincero que de su propio dinero pago un viaje a Palestina
para realizar su investigación. Mientras estaba allí entregó su
vida a Jesucristo y después escribió el libro “Quién movió la piedra”
(Who Moved the Stone). El primer capítulo está titulado de manera
significativa: “El libro que se negó a ser escrito” (The Book That
Refused to Be Writen).
C. S. Lewis dijo, “Yo era una de las personas
más reticentes en convertirme en cristiano. Fui llevado al reino
dando coces”.
¿CUÁL FUE LA EVIDENCIA QUE LLEVÓ A ESTOS HOMBRES
HACIA EL CRISTIANISMO?:
LAS PREDICCIONES DE CRISTO ANTES DE LA PRIMERA
PASCUA SOBRE SU RESURRECCIÓN:
Mateo 16:21 – “Desde entonces comenzó Jesús a
advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir
muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes
y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran
y que al tercer día resucitara.”
Mateo 17:9 – “MIENTRAS BAJABAN DE LA MONTAÑA,
JESÚS LES ENCARGÓ: NO LE CUENTEN A NADIE LO QUE HAN VISTO HASTA
QUE EL HIJO DEL HOMBRE RESUCITE.”
Marcos 9:10 - “GUARDARON EL SECRETO, PERO DISCUTÍAN
ENTRE ELLOS QUÉ SIGNIFICARÍA ESO DE LEVANTARSE DE ENTRE LOS MUERTOS”.
Juan 2:18-22 - ENTONCES LOS JUDÍOS REACCIONARON,
PREGUNTÁNDOLE: ¿QUÉ SEÑAL PUEDES MOSTRARNOS PARA ACTUAR DE ESTA
MANERA? DESTRUYAN ESTE TEMPLO RESPONDIÓ JESÚS, Y LO LEVANTARÉ DE
NUEVO EN TRES DÍAS. TARDARON CUARENTA Y SEIS AÑOS EN CONSTRUIR
ESTE TEMPLO, ¿Y TÚ VAS A LEVANTARLO EN TRES DÍAS? PERO EL TEMPLO
AL QUE SE REFERÍA ERA SU PROPIO CUERPO. ASÍ, PUES, CUANDO SE LEVANTÓ
DE ENTRE LOS MUERTOS, SUS DISCÍPULOS SE ACORDARON DE LO QUE HABÍA
DICHO, Y CREYERON EN LA ESCRITURA Y EN LAS PALABRAS DE JESÚS.”
HAY MUCHOS OTROS VERSÍCULOS BÍBLICOS RELACIONADOS
CON LAS PROFECÍAS DE LA RESURRECCIÓN INCLUYENDO MATEO 17:22,23,
MATEO 20:18-19.
EVENTOS BÍBLICOS:
GRAN TERREMOTO
UN ÁNGEL DEL SEÑOR BAJÓ DEL CIELO Y RODÓ LA PIEDRA
LOS GUARDIAS CAEN COMO MUERTOS
LOS SOLDADOS CORRIERON HACIA EL SUMO SACERDOTE
EL SUMO SACERDOTE LOS SOBORNA PARA QUE DIGAN QUE
LOS DISCÍPULOS ROBARON EL CUERPO
PRUEBAS DE RESURRECCIÓN
ES NECESARIO ESTableCER QUE PRIMERO MURIÓ - Se
acercaba el sábado – los soldados romanos no le quebraron las piernas
porque estaba muerto – Su costado atravesado con una lanza – Sangre
y agua – En rápida descomposición – Pilato se aseguró de su muerte
con el centurión antes de entregarle el cuerpo a José de Arimatea.
LA TUMBA:
LA TUMBA ESTABA VACÍA AÚN LOS ENEMIGOS CONFIRMAN LA TUMBA VACÍA
LOS APÓSTOLES MALTRATADOS PARA QUE LO NEGARAN
LAS MUJERES VIERON LA TUMBA VACÍA
CUALQUIERA PUDO HABERLO VERIFICADO - HÁGALO
LAS ROPAS EN EL SEPULCRO:
MARÍA MAGDALENA LE INFORMÓ A PEDRO Y A JUAN QUE
LA TUMBA ESTABA VACÍA
JUAN CORRIÓ MÁS RÁPIDO QUE PEDRO
VIERON LOS LIENZOS DE LINO EN LA TUMBA PERO NO
ENTRARON
PEDRO VIO EL SUDARIO SEPARADO DE LAS VENDAS EN
EL SEPULCRO
LA PIEDRA– Mateo describe
la piedra como una piedra grande. Marcos nos dice que la piedra
era extremadamente grande – una tumba de roca sólida de más o menos
1,50 metros de altura – se cree que pesaba alrededor de dos toneladas
– con espacio para tres cuerpos.
DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN, LA PIEDRA FUE MOVIDA
EN UNA POSICIÓN INUSUAL.
MATEO DICE QUE LA PIEDRA FUE RODADA CONTRA LA
ENTRADA UTILIZANDO LA PALABRA GRIEGA “KULIO”, QUE SIGNIFICA “RODAR”.
MARCOS UTILIZA UNA PALABRA CON LA MISMA RAÍZ Y
LA PREPOSICIÓN “ANA” QUE SIGNIFICA ARRIBA O HACIA ARRIBA. SOLO
PUEDE SIGNIFICAR QUE LA PIEDRA FUE RODADA HACIA ARRIBA O HACIA
UNA PENDIENTE INCLINADA. TENÍA QUE ENTONCES HABER UNA PENDIENTE
ALLÍ.
LUCAS, CONSIDERADO COMO UNO DE LOS HISTORIADORES
MÁS PRECISOS SOBRE LOS TIEMPOS ANTIGUOS UTILIZA LA PALABRA “KULIO”
(LUCAS 24) CON LA PREPOSICIÓN “APPO” QUE SIGNIFCA LEJOS DE, EN
EL SENTIDO DE DISTANCIA O SEPARACIÓN.
ÉL AFIRMA QUE LA PIEDRA FUE ALEJADA NO SOLO DE
LA ENTRADA SINO DE LA “TUMBA” O “SEPULCRO”.
JUAN UTILIZA LA PALABRA GRIEGA “AIRO” QUE SIGNIFICA
LEVANTAR ALGO Y CARGARLO LEJOS. LA PIEDRA FUE MOVIDA HACIA ARRIBA
Y ALEJADA.
LA GUARDIA NO PUDO HACER NADA SINO ESCUCHAR LO
QUE SUCEDIÓ, AUNQUE ESTUVIERAN DORMIDOS.
LA GUARDIA– Pilato
dijo “ustedes tienen la guardia, asegúrenlo”. La guardia del templo
o la guardia romana – ambas muy fuertes – si se dormían los guardias
del templo eran castigados y sus ropas quemadas en fuego - Apocalipsis
16:15, “DICHOSO EL QUE SE MANTENGA DESPIERTO, CON SU ROPA A LA
MANO.” La guardia romana era una maquinaria de pelea – de 4 a 20
hombres – normalmente 16, cada uno entrenado para proteger 6 pies
cuadrados de terreno. 16 hombres con 4 en cada lado en un cuadrado
podían proteger 36 yardas cuadradas de terreno.
Dormían por turnos, cada 3 horas cambiaban de
turno. En grupos de 12, 8 hombres dormían mientras 4 estaban despiertos
– En grupos de 16, 10 dormían mientras 6 permanecían en guardia.
Cada uno dormía 8 horas – Estaban ALERTAS.
ROMANOS. Hombres fuertes. Armados con una lanza
de 2 metros, una ESPADA de 1 metro en la mano, una DAGA, y para
protección un ESCUDO de madera o de mimbre cubierto con CUERO Y
METAL elaborado Y CON EL SIGNO DE UN RAYO. SI UN GUARDIA ROMANO
SE QUEDABA DORMIDO NO SÓLO LO EJECUTABAN SINO A TODO EL EQUIPO
DE 12 A 16 HOMBRES. SE LES
DESPOJABA DE SUS ROPAS Y SE LES QUEMABAN EN EL FUEGO QUE SE INICIABA
CON A SUS ROPAS.
LA GUARDIA ROMANA NO ESTABA DORMIDA.
A
pesar de que los fariseos querían asegurar el sepulcro 1) No deseaban
una revuelta política, 2) Razones religiosas, habían miles de creyentes,
3) Razones personales, constantemente Jesús era un insulto para
ellos.
EL SELLO:
SE COLOCABA SOLAMENTE EN PRESENCIA DE UN GUARDIA ROMANO.
UN CORDÓN DE 2 PIEZAS DE CUERO SIN CURTIR, ESTIRADO
DIAGONALMENTE Y SUJETADO A CUATRO CUERDAS DE MATERIAL NATURAL FIRME
CON UN SELLO EN EL CENTRO.
EL SELLO DE TIBERIO CÉSAR.
LA FUERZA DE ROMA RESPALDABA EL SELLO.
EL CASTIGO DEL SELLO ERA LA EJECUCIÓN PUESTO DE
CABEZA.
LOS APÓSTOLES NO PUDIERON HABER ROTO EL SELLO.
LOS APÓSTOLES:
ANTES DE VER A JESÚS DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN:
PEDRO NEGÓ A CRISTO (6 VECES – TRES VECES EN CADA
UNA DE LAS DOS OCASIONES).
COBARDES.
DESANIMADOS, DERROTADOS. NO ENTENDIERON LAS PROFECÍAS
QUE ÉL SE LEVANTARÍA DE LOS MUERTOS (Juan 20:9).
DESPUÉS
DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN Y A PESAR DE LOS MALTRATOS
Y LA MUERTE, PROCLAMARON ANTE LOS TRIBUNALES QUE JESÚS SE LEVANTÓ
DE LOS MUERTOS.
A TRAVÉS DEL LIBRO DE LOS HECHOS PROCLAMARON QUE
JESÚS SE LEVANTÓ DE LOS MUERTOS.
“FUIMOS TESTIGOS OCULARES”.
SOLAMENTE LA RESURRECCIÓN PUDO HABER ENCENDIDO
TAL FERVOR.
DURANTE MÁS DE 40 DIAS JESÚS SE LES
APARECIÓ A LOS APÓSTOLES DÁNDOLES “MUCHAS PRUEBAS CONVINCENTES” DE QUE ESTABA VIVO” (HECHOS 1:3). TERMINOLOGÍA LEGAL.
MARÍA MAGDALENA SE AFERRÓ A JESÚS EN LA TUMBA.
JESÚS LE DIJO QUE NO LO TOCARA PORQUE TODAVÍA NO HABÍA ASCENDIDO
AL PADRE.
AL
ATARDECER DE AQUEL PRIMER DÍA DE LA SEMANA, ESTANDO REUNIDOS LOS
DISCÍPULOS A PUERTA CERRADA … ENTRÓ JESÚS … LES MOSTRÓ LAS MANOS
Y EL COSTADO (JUAN 20:20).
TOMÁS NO ESTABA CON ELLOS Y NO CREYÓ. JESÚS SE
LES APARECIÓ 8 DÍAS DESPUÉS DE NUEVO EN LA CASA Y TOMÁS ESTABA
CON ELLOS. AUNQUE LAS PUERTAS ESTABAN CERRADAS JESÚS ENTRÓ (JUAN 20:26). TOMÁS QUERÍA TENER EVIDENCIAS OBJETIVAS, EMPÍRICAS.
QUE TOMÁS EXAMINE SUS MANOS Y SU COSTADO (HERIDO DE LANZA).
JESÚS SE LES APARECIÓ JUNTO AL LAGO, A UNOS 100
METROS DE DISTANCIA DE DONDE SE ENCONTRABAN PESCANDO LOS DISCÍPULOS
EN UNA EMBARCACIÓN PEQUEÑA. LES DIJO QUE ECHARAN LA RED A LA DERECHA
DE LA BARCA (Juan 21:6). DURANTE TODA LA NOCHE NO HABÍAN PESCADO NADA. GRAN PESCA. 153 PECES. LA RED NO
SE ROMPIÓ.
JUAN LE DIJO A PEDRO QUE ERA JESÚS. PEDRO SE PUSO
LA ROPA Y SE LANZÓ AL AGUA Y FUE HACIA ÉL.
AL LLEGAR A LA ORILLA LOS DISCÍPULOS CON SU RED
LLENA DE PESCADOS, VIERON A JESÚS CON CARBONES ENCENDIDOS Y PECES EN EL FUEGO Y PAN.
EN EL AÑO 56 d.C. PABLO DIJO QUE JESÚS SE APARECIÓ
A MÁS DE QUINIENTOS HERMANOS
A LA VEZ. LA MAYORÍA
DE ELLOS ESTABAN VIVOS EN ESE TIEMPO Y PODÍAN CONFIRMARLO (1 Corintios
15:6). 11 DE LOS 12 DISCÍPULOS MURIERON COMO MÁRTIRES,
PEDRO FUE CRUCIFICADO CON LA CABEZA HACIA ABAJO PORQUE NO SE SENTÍA
DIGNO. ALGO SUCEDIÓ.
EL SÁBADO:
LA
ADORACIÓN CAMBIÓ PARA EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA, EL DOMINGO.
LOS JUDÍOS TEMÍAN QUEBRANTAR EL SÁBADO. POR NO
CONSAGRAR EL SÁBADO, LOS JUDÍOS ESTUVIERON BAJO EL CAUTIVERIO BABILÓNICO
DURANTE CASI 500 AÑOS.
LOS APÓSTOLES ERAN JUDÍOS TEMEROSOS DE DIOS QUE
GUARDABAN EL CUARTO MANDAMIENTO. ALGO EXTRAORDINARIO SUCEDIÓ
PARA QUE LOS APÓSTOLES CAMBIARAN SU ADORACIÓN DEL DÍA SÁBADO PARA
EL DOMINGO.
NO CREYENTES – TESTIMONIO DE LA HISTORIA – Josefo
en su escrito “Tiempos Antiguos de los Judíos” – afirma que Jesús
se apareció al tercer día.
SI
NO HUBO UNA RESURRECCIÓN, ELLOS HUBIERAN PROVOCADO LA IRA DE DIOS,
APARTE DE QUE HUBIERAN SIDO EXCLUÍDOS DE SUS COMUNIDADES.
CONCLUSIÓN:
¡JESÚS
SÍ SE LEVANTÓ DE LOS MUERTOS!
ARGUMENTOS EN CONTRA:
LOS DISCÍPULOS SE ROBARON EL CUERPO:
PROBLEMAS CON LA VIOLACIÓN DEL SELLO, LAGUARDIA ROMANA, LA PIEDRA,
LAS ROPAS EN LA TUMBA, LA APARICIÓN A MÁS DE 500 PERSONAS A LA
VEZ, PROBLEMAS MORALES Y ÉTICOS (SU MAESTRO ENSEÑÓ SOBRE UNA VIDA
ÉTICA).
ALUCINACIONES:
LAS ALUCINACIONES OCURREN INDIVIDUALMENTE NO EN
GRUPOS.
NO TERMINAN REPENTINAMENTE. LAS
APARICIONES DE JESÚS CESARON LUEGO DE SU ASCENCIÓN.
SON EXPERIMENTADAS POR PERSONAS EMOCIONALMENTE
INESTableS QUE ESTÁN A LA ESPERA DE UN EVENTO (UN PLATILLO VOLADOR
O CUALQUIER OTRA COSA). LOS APÓSTOLES NO ESPERABAN VER A JESÚS DE NUEVO. LOS ROMANOS Y LOS JUDÍOS PUDIERON HABER REFUTADO
LA TUMBA VACÍA.
LOS ROMANOS Y LOS JUDÍOS TOMARON EL CUERPO
PARA COLOCARLO EN LA TUMBA EN UN LUGAR SEGURO:
¿POR QUÉ CAUSARON ELLOS TODOS ESOS LOS PROBLEMAS
QUE OCASIONARON OTROS QUE NO QUERÍAN TENER?
SI SUPIERAN DONDE ESTABA EL CUERPO, LO HUBIERAN
PRESENTADO.
AL ENSEÑAR EL CUERPO, HUBIERAN ACABADO CON EL
CRISTIANISMO.
POR EL CONTRARIO, LOS JUDÍOS ARRESTARON A LOS
CRISTIANOS, LOS GOLPEARON Y LOS AZOTARON CON EL FIN DE QUE DEJARÁN
DE PREDICAR LA RESURRECCIÓN.
JOSH MCDOWELL, “EL SILENCIO DE LOS JUDÍOS HABLA
MÁS FUERTE QUE LA VOZ DE LOS CRISTIANOS”.
LA TEORÍA DEL DESMAYO O SÍNCOPE:
JESÚS
NO MURIÓ, SENCILLAMENTE SE DESMAYÓ.
JESÚS
FUE SEVERAMENTE GOLPEADO, NO PUDO HABER CARGADO LA CRUZ, FUE CLAVADO
EN UNA CRUZ, SUFRIÓ ASFIXIA, SU COSTADO FUE ATRAVESADO POR UNA
LANZA, SU SANGRE SE SEPARÓ EN SANGRE Y AGUA, ¿Y ENTONCES REVIVIÓ
EN LA TRANQUILIDAD DE UN SEPULCRO? CUATRO VERDUGOS FIRMARON SU
CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN.
ENTONCES
SE LEVANTÓ Y MOVIÓ UNA PIEDRA DE DOS TONELADAS, Y DURANTE LOS PRÓXIMOS
CUARENTA DÍAS, ESTUVO MINISTRANDO A SUS SEGUIDORES EN TODA LA TIERRA
SANTA. |
|
Cumplimiento
de las Profecías |
“Después
de su resurrección Jesús se apareció a dos de los apóstoles cuando
se dirigían al pueblo de Emaús. Inicialmente los apóstoles no reconocieron
a Jesús pues sus ojos estaban velados. Estaban cabizbajos y Jesús
les preguntó que había pasado. Ellos le hablaron lo de Jesús de
Nazaret. Era un profeta, poderoso en obras y en palabras delante
de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de los sacerdotes y nuestros
gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron
(Lucas 24). Ellos continuaron diciéndole, algunas mujeres de nuestro
grupo nos dejaron asombrados. Esta mañana, muy temprano, fueron
al sepulcro pero no hallaron su cuerpo. Cuando volvieron, nos contaron
que se les habían aparecido unos ángeles quienes les dijeron que
él está vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron después al
sepulcro y lo encontraron tal como lo habían dicho las mujeres,
pero a él no lo vieron. ¡Qué torpes son ustedes – les dijo Jesús,
y que tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo éstas cosas antes
de entrar en su gloria? Entonces, comenzando por Moisés y por todos
los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras”
(Lucas 24:25-27).
Cuando se acercaban a Emaús, le dijeron a él,
quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya casi es de noche.
Así que entró para quedarse con ellos. Luego, estando con ellos
a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces
se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.
Se decían al uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba
con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lucas
24:32).
Hay cientos de profecías entrelazadas unas con
otras evidenciando que una mano sobrenatural e invisible inspiró
a los autores. Existen trescientas referencias de profecías sobre
el Mesías que se cumplieron en Jesús. Josh McDowell en su excelente
y detallado libro Evidencia que exige un veredicto (Evidence That Demands A Verdict), (Cruzada Estudiantil para Cristo, 1972, 1979) en el noveno capítulo analiza
61 de las principales profecías mesiánicas.
Se ha argumentado que Jesús deliberadamente cumplió
esas profecías, pero muchas de ellas se cumplieron mucho más allá
de su control. Profecías tales como: su lugar de nacimiento (Miqueas
5:2), el tiempo de su nacimiento (Daniel 9:25; Génesis 49:10),
la manera en como fue su nacimiento (Isaías 7:14), su traición
(Salmo 41:9, Zacarías 11:12, 11:13b), la manera en como fue su
muerte (Salmo 22:16), la reacción de la gente (las burlas, le escupieron,
el desprecio, etc.) (Isaías 50:6, Miqueas 5:1, Salmo 22:7,8, Isaías
53:3, Salmo 69:8, Salmo 118:22, Salmo 69:4, Isaías 49:7, Salmo
38:11, Salmo 22:7, Salmo 109:25, Salmo 22:17), le traspasaron (Zacarías
12:10, Salmo 22:16) su sepultura (Isaías 53:9).
Otro argumento es que las profecías fueron escritas
en los tiempos de Jesús o después de Jesús, por lo tanto son profecías
fabricadas. El problema con este argumento es que la fecha histórica
de cumplimiento del Antiguo Testamento es el año 450 a.C. y la
versión Septuaginta, que es la traducción griega de las Escrituras
Hebreas se inició en el reinado de Filadelfo Ptolomeo (285-246
a.C.). El Antiguo Testamento hebreo debió estar disponible en su
totalidad para ser traducido comenzando el año 250 a.C., por lo
que existe al menos un espacio de unos 250 años entre el tiempo
en que fueron escritas las profecías y su cumplimiento subsiguiente
en la persona de Jesucristo.
Veamos algunas de estas increíbles profecías apuntando
hacia la existencia de un ser inteligente, fuera de la dimensión
del tiempo (las referencias tomadas de la Santa Biblia Versión
Internacional):
1. Nacido de una virgen: “Por eso, el Señor mismo
les dará una señal: la joven concebirá y dará a luz un hijo, y
lo llamará Emanuel” (Isaías 7:14, Isaías profetizó aproximadamente
en los años 758-698 a.C.).
En hebreo Emanuel significa
“Dios con nosotros”.
2. Nacido en Belén: “Pero de ti, Belén Errata,
pequeña entre los grandes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel;
sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales”
(Miqueas 5:2). Miqueas profetizó en los años 756-697 a.C. Jesús
como la segunda persona de la trinidad, sus días son desde la eternidad.
3. Su gobierno y su preexistencia: Igual que la
#2, “Pero de ti, Belén Errata, pequeña entre los grandes de Judá,
saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta
la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales” (Miqueas 5:2). “Porque
nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía
reposará sobre sus hombros, y se les darán estos nombres: Consejero
Admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán
su soberanía y su paz, y no tendrá fin. Gobernará sobre el trono
de David y sobre su reino, para esTablecerlo y sostenerlo, con
justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará
a cabo el celo del Señor Todopoderoso” (Isaías 9:6-7). Isaías profetizó
aproximadamente en los años 758-698 a.C.
4. Herodes y la matanza de los niños: “Así dice
el Señor: ‘Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es
Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus
hijos ya no existen!’” (Jeremías 31:15).
5. Un mensajero le precede: “Una voz proclama:
‘Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en
la estepa un sendero para nuestro Dios’” (Isaías 40:3).
El cumplimiento de esta profecía vino en la persona
de Juan el Bautista. “…En aquellos días se presentó Juan el Bautista
predicando en el desierto de Judea. Decía: ‘Arrepiéntanse, porque
el reino de los cielos está cerca.’” (Mateo 3:1,2).
6. Su Ministerio comienza en Galilea: “A pesar
de todo no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En
el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de
Neptalí; pero en el futuro honrará a Galilea, tierra de paganos,
en el camino del mar, al otro lado del Jordán” (Isaías 9:1).
El cumplimiento de la profecía se encuentra documentado
en Mateo 4:12, 13, 17: “Cuando Jesús oyó que habían encarcelado
a Juan, regresó a Galilea. Partió de Nazaret y se fue a vivir en
Capernaúm, que está junto al lago en la región de Zabulón y de
Neptalí. Desde entonces comenzó Jesús a predicar: ‘Arrepiéntanse,
porque el reino de los cielos está cerca.’”
7. ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría,
hija de Jerusalén! Mira, tu rey vienen hacia ti, justo, salvador
y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna
(Zacarías 9:9). Jesús entró a Jerusalén montado en un asno. “Se
lo llevaron, pues, a Jesús. Luego pusieron sus mantos encima del
burrito y ayudaron a Jesús a montarse”. (Lucas 19:35, 36, 37a).
El profeta Zacarías nacido en Babilonia, regresó
con las primeras caravanas del exilio bajo Zorobabel y Josué para
reconstruir a Jerusalén. También estuvo involucrado en la construcción
del segundo templo.
Hay profecías del Antiguo Testamento dadas por
numerosos profetas durante un período de unos quinientos años en
1.000-500 a.C. sobre la traición, el juicio, la muerte y sepultura
de Jesucristo, que se cumplieron en un día. Se indican a continuación:
8. Traicionado por un amigo: “Hasta mi mejor amigo,
en quien yo confiaba y que compartía el pan conmigo, me ha puesto
la zancadilla” (Salmo 41:9). Jesús fue traicionado por su amigo
Judas Iscariote (Mateo 10:4).
9. Vendido por treinta piezas de plata:”Les dije:
‘Si les parece bien, páguenme mi jornal; de lo contrario, quédense
con él.’ Y me pagaron sólo treinta monedas de plata” (Zacarías
11:12). Judas traicionó a Jesús por treinta monedas de plata (Mateo
27:3).
10. Monedas que se echaron en la casa de Dios:
“¡Valiente precio el que me pusieron! Entonces el Señor me dijo:
‘Entrégaselas al fundidor.’ Así que tomé las treinta monedas de
plata y se las di al fundidor del templo del Señor” (Zacarías 11:13).
Judas al ver que el Señor fue condenado sintió
remordimiento y devolvió las treinta piezas de plata a los sacerdotes
principales y a los ancianos diciéndoles que había pecado y traicionado
sangre inocente. Echó las monedas en el santuario (“en la casa
del Señor”). Los sacerdotes principales concluyeron que no era
legal devolver el dinero a las arcas del templo por ser precio
de sangre. Por eso con el dinero compraron el campo de un alfarero
para sepultar a extraños. Dios le reveló esto a Zacarías cientos
de años antes. Sin embargo Zacarías no fue engañado por las maquinaciones
legales de los sacerdotes que para evitar mancharse de sangre inocente
(forma sobre sustancia) colocaron el campo justo en la casa del
Señor.
En realidad las profecías predijeron: (1) la traición,
(2) por un amigo, (3) por treinta piezas, (4) de plata, (5) dinero
echado, (6) en la casa del Señor (7) referencia a un “alfarero”
cuyo campo fue comprado.
Hay profecías adicionales: los apóstoles abandonan
al Señor (Profecía en Zacarías 13:7 y cumplimiento documentado
en Marcos 14:50, Marcos 14:27, y Mateo 26:31); Jesús acusado por
falsos testigos (Profecía en Salmo 35:11 y cumplida en Mateo 26:59,
60); Jesús permanece en silencio ante los que le acusan (Profecía
en Isaías 53:7 y cumplida como esta documentado en Mateo 27:12);
herido y molido (Profecía en Isaías 53:5 y cumplida en Mateo 27:26);
golpeado y escupido (Profecía en Isaías 50:6 y cumplida en Mateo
26:67); se burlan (Profecía en Salmo 22:7, 8 y cumplida en Mateo
27:31; traspasan sus manos y sus pies (Profecía en Salmo 22:16
y cumplida en Lucas 23:33, Juan 20:25); crucificado junto con ladrones
(Isaías 53:12 y cumplida en Mateo 27:38, Marcos 15:27, 28); intercede
por quienes le persiguen (mientras estaba en la cruz) (Profecía
en Isaías 53:12 y cumplida en Lucas 23:34); rechazado por su propia
gente (Profecía en Isaías 53:3 y cumplida en Juan 7:5, 48); aborrecido
sin causa (Salmo 69:4, Isaías 49:7 y cumplida en Juan 15:25); sus amigos se mantienen alejados
(Salmo 38:11 y cumplida en Lucas 23:49); la gente menea la cabeza
(Salmo 109:25 y cumplida en Mateo 27:39); la gente se detiene a
mirarle (Salmo 22:17 y cumplida en Lucas 23:35); se reparten sus
vestidos y echan suertes sobre sus ropas (Salmo 22:18 y cumplida
en Juan 19:23, 24).
Las profecías continúan para incluir: que él sufriría
de sed (Profecía documentada en Salmo 69:21 y cumplida en Juan
19:28); que le ofrecerían hiel y vinagre (Profecía en Salmo 69:21
y cumplida en Mateo 27:34); un grito de angustia (Profecía en Salmo
22:1a y cumplida en Mateo 27:46); la entrega de su espíritu a Dios
(Profecía en Salmo 31:5 y cumplida en Lucas 23:46); sus huesos
no fueron quebrados (Profecía en Salmo 34:20 y cumplida en Juan
19:33); su corazón fue quebrantando (Salmo 22:14 y cumplida en
Juan 19:34); su costado atravesado (Zacarías 12:10 y cumplida en
Juan 19:34); las tinieblas cubrieron la tierra (Amós 8:9 y cumplida
en Mateo 27:45) y que seria enterrado en el sepulcro de un hombre
rico (Isaías 53:9 y cumplida en Mateo 27:57-60).
El capítulo 53 de Isaías es un poderoso capítulo
profético con relación a Jesús el Mesías:
¿Quién ha creído a nuestro mensaje?
¿A quién se ha revelado el poder del Señor?
Creció en su presencia como vástago tierno,
Como raíz de tierra seca.
No había en él belleza ni majestad alguna;
Su aspecto no era atractivo,
Y nada en su apariencia lo hacia deseable.
Despreciado y rechazado por los hombres,
Varón de dolores, hecho para el sufrimiento.
Todos evitaban mirarlo;
Fue despreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades
Y soportó nuestros dolores.
Pero nosotros lo consideramos herido,
Golpeado por Dios, y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
Y molido por nuestras iniquidades;
Sobre él recayó el castigo, precio de nuestra
paz,
Y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Todos andábamos perdidos, como ovejas;
Cada uno seguía su propio camino,
Pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad
de todos nosotros.
Maltratado y humillado,
Ni siquiera abrió su boca;
Como cordero, fue llevado al matadero;
Como oveja, enmudeció ante su trasquilador,
Y ni siquiera abrió su boca.
Después de aprenderlo y juzgarlo, le dieron muerte;
Nadie se preocupó de su descendencia.
Fue arrancado de la tierra de los vivientes,
Golpeado por la trasgresión de mi pueblo.
Se le asignó un sepulcro con los malvados,
Y murió entre los malhechores;
Aunque nunca cometió violencia alguna,
Ni hubo engaño en su boca.
Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir,
Y como él ofreció su vida en expiación,
Verá su descendencia,
Y prolongará sus días,
Y llevará a cabo la voluntad del Señor.
Después de su sufrimiento verá la luz
Y quedará satisfecho;
Por su conocimiento mi siervo justo
Justificará a muchos,
Y cargará con las iniquidades de ellos.
Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes,
Y repartirá el botín con los fuertes,
Porque derramó su vida hasta la muerte,
Y fue contado entre los transgresores.
Cargó con el pecado de muchos,
E intercedió por los pecadores (itálica del autor).
Esta increíble profecía de Isaías escrita unos
700 años a.C. encierra todas las verdades personificadas en la
vida de Jesucristo incluyendo los temas sobre el sacrificio sustitutorio
por nuestros pecados, su inocencia, su humildad y mansedumbre,
su bondad, su disposición a sufrir la injusticia, su crucifixión
junto a dos criminales, uno a cada lado, su entierro en la sepultura
de un hombre rico, José de Arimatea. Solamente un Dios omnisciente
más allá de la dimensión del tiempo, viendo el principio y el fin
de todas las cosas, pudo haberle dado esa revelación a Isaías.
Isaías profetizó sobre Judá y Jerusalén en los días de Uzías, Jotán,
Acaz y Ezequías, reyes de Judá, probablemente en los años 758-698
a.C. Casado con dos hijos. Según la tradición rabínica Isaías a
los noventa años de edad fue aserrado en dos en el tronco de un
algarrobo, como consecuencia de la orden del rey idólatra Manasés.
(Smith, William, L.L.D., Un Diccionario de la Biblia, “A Dictionary of The Bible”, Thomas Nelson Publishers, Nashville).
David, rey de Judá y nacido en Belén en el año
1.085 a.C., escribió el siguiente Salmo profético con la descripción
del sufrimiento de Jesús (Salmo 22):
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Lejos estás para salvarme, lejos de mis palabras de lamento.
Dios mío, clamo de día y no me respondes; clamo de noche y no hallo reposo.
Pero tú eres santo, tú eres rey,
¡Tú eres la alabanza de Israel!
En ti confiaron nuestros padres;
confiaron, y tú los libraste;
A ti clamaron, y tú los salvaste;
Se apoyaron en ti, y no los defraudaste.
Pero yo, gusano soy y no hombre;
La gente se burla de mí,
El pueblo me desprecia.
Cuantos me ven, se ríen de mí; lanzan insultos meneando la cabeza:
’Éste confía en el Señor, ¡pues que el Señor lo ponga a salvo!
Ya que en él se deleita, ¡que sea él quien lo libre!’.”
… No hay nadie que me ayude.
Muchos toros me rodean;
Fuertes toros de Basán me cercan.
Contra mí abren sus fauces
Leones que rugen y desgarran a su presa.
Como agua he sido derramado;
Dislocados están todos mis huesos.
Mi corazón se ha vuelto como cera,
Y se derrite en mis entrañas.
Se ha secado mi vigor como una teja;
La lengua se me pega al paladar.
¡Me has hundido en el polvo de la muerte!
Como perros de presa, me han rodeado;
Me han cercado una banda de malvados;
Me han traspasado las manos y los pies.
Puedo contar todos mis huesos;
Con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme.
Se reparten entre ellos mis vestidos
Y sobre mis ropas echan suertes.
(Salmo 22: 1-8, 11-21, itálicas del autor).
Como ya se mencionó los soldados romanos horadaron
las manos y los pies de Jesús con clavos. Como se aproximaba el
sábado, los soldados se acercaron a Jesús a quebrarle las piernas
para que se sofocara y no pudiera exhalar ya más. Jesús estaba
muerto y no le quebraron los huesos. Los soldados tomaron las ropas
de Jesús y la rompieron en cuatro partes, una para cada soldado.
Como su túnica no tenía costuras no la rompieron sino que echaron
suertes para decidir quien la tomaba. (Juan 19:23, 24). |
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Las
Probabilidades Proféticas |
Utilizando
las probabilidades estadísticas de La Ciencia Habla, ‘Science Speaks’ Peter Stoner calcula que para que se cumplan solamente ocho de las profecías,
la probabilidad es de 1 en 100.000.000.000.000.000 o lo que es
lo mismo, 1 en 10 elevado a la diecisieteava potencia (1x1017) (ver Stoner, Peter W. Science Speaks. Chicago: Moody Press, 1963). Para tener una idea y entender esta asombrosa
probabilidad, Stoner nos da el ejemplo de tomar 10 a la 17ava potencia
en dólares de plata y colocarlos sobre la superficie del estado
de Texas, tendríamos que todo el estado de Texas estaría cubierto
de monedas de plata con una profundidad de unos sesenta centímetros.
“Ahora, coloque una marca en uno de esas monedas de plata, revuelva
muy bien toda la superficie del estado de Texas y regrésela en
medio de toda esa masa. Tome a un hombre con los ojos vendados
y dígale que puede viajar hasta donde quiera dentro del estado
pero que debe recoger una sola moneda y decir que esa es la moneda.
¿Qué chances tendría él de obtener la moneda marcada? Ese es el
mismo chance que tendrían los profetas de haber escrito esas ocho
profecías, y que todas ellas se cumpliesen en cualquier hombre
desde sus tiempos hasta el presente de hoy, dado que las hubieran
escrito en su propia sabiduría”.
El chance de que un hombre cumpliera las 48 profecías
es de 1 en 10 elevado a la ciento cincuenta y sieteava potencia
(1x10157). Jesús inequívocamente cumplió por lo menos 48 profecías. Los chances de que
eso sucediera son infinitesimales. No hay ninguna otra explicación
sino que un Dios inteligente inspiró la escritura de esas profecías,
las preparó, y ¡las “cumplió” en la encarnación de su Hijo Jesucristo! |
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La
Confiabilidad Histórica de la Biblia |
¿Son
Confiables los documentos de Nuevo Testamento? Lucas es un historiador cabal. Por ejemplo en el capítulo
3 Lucas nos presenta de una manera muy específica que “En el año quince
del reinado del Tiberio César, Poncio Pilato gobernador de la provincia
de Judea, Herodes era tetrarca en Galilea, su hermano Felipe en Iturea
y Traconite, y Lisanias en Abilene; el sumo sacerdocio lo ejercían Anás
y Caifás. En aquél entonces, la palabra de Dios llegó a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto” (capítulo 3; 1-2).
Tiberio se convirtió en emperador en Agosto, en el año 14
d.C. y probablemente Lucas utilizaba el método de cálculo que se empleaba
en Siria. Su año quince comenzaba de Septiembre a Octubre del 27 d.C.
rto evangelio, el evangelio de Juan, menciona tres pascuas
desde que Juan realizo el bautismo de Jesús hasta su crucifixión. (Juan
2:13; Juan 6:4; Juan 11:55), la Última Cena celebrada antes de la Fiesta
de la tercera Pascua. (Juan 13:1).
La tercera Pascua desde el año 27 d.C. sería en el año 30
d.C. Por lo tanto se cree en términos generales que la crucifixión de
Cristo ocurrió alrededor del año 30 d.C.
Según la opinión de los eruditos, ¿Cuándo se escribieron
los evangelios del Nuevo Testamento?
Es importante conocer la fecha cuando los Evangelios del Nuevo
Testamento se escribieron, así como lo es la memoria de un testigo que
presencia un evento y se desvanece con el tiempo. Los eventos son grabados
de una manera mucho mas precisa cuando el evento está fresco en la mente
del testigo. Si la información es atenuada con el pasar del tiempo, aumenta
el margen de error para relatar el evento.
Según opiniones prevalentes, el evangelio de Lucas fue escrito
por el mismo autor del libro de los Hechos de los Apóstoles quien hace
la referencia de “en su primer libro”, ambos dirigidos a Teófilo y con
un estilo y vocabulario similar. El historiador Colin Hemer entrega la
siguiente evidencia que apoya que la escritura de Hechos fue escrita
entre los años 60 y 62 d.C.:
- No
existe mención en Hechos de la caída de Jerusalén en el 70 d.C.
- No
se menciona la guerra judía del 66 d.C. entre judíos y romanos.
- No
se mencionan las persecuciones de Nerón a los cristianos al final de
los años 60.
- Según
el registro de Josefo en “Tiempos Antiguos de los Judíos”, no se menciona
la muerte de Jacobo en manos del Sanedrín en el 62 d.C.
- La
prominencia y el poder de los saduceos en Hechos refleja una fecha
previa al 70, previo a su subsiguiente hostilidad a Roma.
- En
Hechos los fariseos son tratados con cierta simpatía, lo cual era dudoso
que ocurriera después del Consejo de Jamnia y el avivamiento farisaico
que llevó a recrudecer el conflicto con el cristianismo. No sucede
así con el Evangelio de Lucas.
- Pareciera
que Hechos se escribió antes de la llegada de Pedro a Roma.
- Hechos
se escribió en el tiempo en que a los gentiles “temerosos de Dios”
se les permitió en las sinagogas en fecha previa al 70.
Existe ahora una amplia aceptación de fechas anteriores del
Nuevo Testamento. El antiguo erudito escolar William F. Albright afirma
que: “Podemos decir enfáticamente que ya no hay ninguna base sólida para
fechar cualquier libro del Nuevo Testamento después del año
80 d.C., dos generaciones enteras antes de la fecha entre
el 130 y 150 dada por los más críticos radicales de hoy sobre el Nuevo
Testamento.” (“Descubrimientos Recientes en Tierras Bíblicas”, “Recent Discoveries in Bible Lands”, 136 de la Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana “Baker Encyclopedia
of Christian Apologetics,” Norman L. Geisler).
Se cree generalmente que el Evangelio de Lucas fue escrito
poco después de Hechos; Mateo poco después del 70 d.C., y Juan alrededor
del 100 d.C. John A.T. Robinson en su libro “Modificando la fecha del
Nuevo Testamento, y reconocido por iniciar el movimiento “Muerte de Dios”
(Redating the New Testament), ubica a Mateo en el 40-60 d.C.; a Marcos
en el 45-60 d.C., a Lucas antes del 57 d.C. y después del 60 d.C., y
a Juan antes del 40 d.C. y después del 65 d.C. Todos los Evangelios tendrían
que haber sido escritos mientras los testigos de los eventos estaba vivos,
como soporte a la confiabilidad de los evangelios. El 18 de Marzo de
1972 el Paleógrafo español jesuita Jose O’Callahan identificó un fragmento
de manuscrito del Qumrán como una pieza del Evangelio de Marcos cuya
fecha se remonta al año 50 d.C.
“La fecha de escritura de los Hechos depende de la fecha que
se fije al tercer Evangelio, al Evangelio de Lucas, porque ambos son
partes de un trabajo histórico. La segunda parte aparenta haber sido
escrita casi después de la primera. Existen fuertes argumentos para fechar
este trabajo de 2 folios no mucho después de la detección de Pablo en
Roma (60-62 d.C.)” (F.F. Bruce, “Documentos del Nuevo Testamento: ¿Son
Confiables?” ‘The New Testament Documents: Are They Reliable’).
Continúa diciendo FF. Bruce “Las fechas de las trece epístolas
paulinas se pueden fijar parcialmente por evidencias internas y parcialmente
por evidencias externas … Hay algunos escritores que hoy rechazan Efesios;
unos pocos rechazan 2 de Tesalonicenses; más negarían que las epístolas
pastorales (1 y 2 Timoteo y Tito) llegaron a su forma actual de la mano
de Pablo. Yo las acepto todas como paulinas pero las ocho cartas restantes
por ellas mismas serían suficientes para nuestro propósito, y es a partir
de ellas que los principales argumentos son presentados en un capítulo
posterior en “La Importancia de la Evidencia de Pablo”, ‘The Importance
of Paul’s Evidence’.
Diez de las cartas que llevan el nombre de Pablo, pertenecen
a un período anterior al final de su encarcelamiento romano. Por orden
de fecha de escritura pueden ser fechadas de la siguiente manera: Gálatas
año 48; 1 y 2 Tesalonicenses, año 50; 1 y 2 Corintios, años 54-56; Romanos,
año 57; Filipenses, Colosenses, Filemón y Efesios, año 60.” Las epístolas pastorales según su dicción y ambiente histórico (cambian según
el estado de los asuntos tratados en las iglesias paulinas) probablemente
fueron compiladas después de las otras epístolas paulinas en el año 63-65
d.C. Esto no representa un problema para aquellos que creen en un segundo encarcelamiento
de Pablo en Roma en el año 65, año en que probablemente fue ejecutado.
Concluye F.F. Bruce que el tiempo entre los eventos
evangelísticos relatados en el Nuevo Testamento y el tiempo en que
fueron escritos fue corto, dándoles confiabilidad, por la razón de
que la información no se corrompería con el tiempo (ni estaría sujeto
a ornamentos mitológicos).
Documentos Originales:
Una multiplicidad de manuscritos, cercanos al tiempo en el
cual fue creado el primer manuscrito original, es evidencia de una “cadena
de información” no contaminada. Las discrepancias entre el manuscrito
más antiguo que esta disponible y la más moderna copia del mismo manuscrito,
ayuda a determinar la autenticidad de la más moderna copia disponible
del manuscrito.
Durante el siglo 19 los teólogos alemanes argumentaron que
el Evangelio de Juan no se compuso hasta por lo menos el año 160 d.C.
Por esa razón, los eventos relacionados con la vida de Jesús no tenían
mucho uso histórico.
Un fragmento de papiro de aproximadamente dos pulgadas y media,
por tres pulgadas y media, adquirido en 1920 en Egipto, contiene cinco
versículos del capítulo dieciocho del Evangelio de Juan.
En el año 1934 C.H. Roberts del Saint John’s College en Oxford,
reconoció esta porción del Evangelio de Juan revisando los papiros en
la Biblioteca de John Rylands en Manchester, Inglaterra. Por el estilo
del escrito concluyó que se originó entre el año 100 y 150 d.C. El prominente
paleógrafo Adolf Deissman estaba convencido que este fragmento de papiro
databa de por lo menos del reino del emperador romano Hadrian (117-138
d.C.), o quizás Trajan (98-117 d.C.).
El hecho de que este fragmento de una copia haya sido encontrado
en Egipto, en el Rio Nilo lejos de Efeso, en Asia Menor donde probablemente
Juan escribió el Evangelio, y motivado al tiempo transcurrido para llegar
a Egipto, le da credibilidad a un escrito más antiguo del Evangelio de
Juan.
William F. Allbright atestiguando sobre una autoría anterior
del Evangelio de Juan, afirma que las evidencias de la comunidad del
Qumrán muestran que los conceptos, la terminología y los pensamientos
del Evangelio de Juan pertenecen probablemente al inicio del primer siglo
(“Descubrimientos Recientes en Palestina” de la Enciclopedia Baker de
Apologética Cristiana “Baker Encyclopedia of Christian Apologetics,”
Norman L. Geisler). “Gracias a los descubrimientos del Qumrán, el Nuevo Testamento demuestra lo que
se creía anteriormente, que las enseñanzas de Cristo y sus seguidores
se ubican entre los años 25 y 80 d.C.” (“De la edad de Piedra al Cristianismo”,
‘From Stone Age to Christianity’ 23).
Manuscritos en Existencia
Tenemos en existencia 5.664 manuscritos
griegos, de 8.000 a 10.000 manuscritos de la Vulgata Latina, y 8.000
manuscritos Etíopes, Eslavos y Armenios (Fuente: Entrevista de Lee Strobel
de Bruce M. Metzger en “Un Caso Para Cristo”, ‘The Case For Christ’). El Código de Sinaí, ‘The Codex Sinaiticus’, el único completo del Nuevo Testamento
y el Código del Vaticano están ambos fechados cerca del año 350 d.C.,
y en letras griegas mayúsculas.
Si se compara con el material textual de otras obras históricas
antiguas, el Nuevo Testamento tiene una riqueza de manuscritos que lo
atestiguan.
Citando de nuevo a F.F. Bruce, “For Caesar’s “Gallic War”
(compuesto entre el 58 y 50 a.C.) existen varios manuscritos vivientes
pero solo nueve o diez son buenos; el más antiguo tiene 900 años más
que el día de César. De los 142 libros de Historia Romana de Livy (59
a.C.-17 d.C.) solo sobreviven treinta y cinco libros; esos los conocemos
de unos veinte manuscritos, uno de los cuales data del siglo IV y contiene
fragmentos de Libros iii-vi. De los catorce libros de las “historias” de Tacitus (100 d.C.) sólo sobreviven
catorce y medio; de los dieciséis libros de su “Annals,” sobreviven diez
enteros y dos parciales. El texto de esas porciones que sobreviven de
estas dos grandes obras históricas, dependen en su totalidad de dos manuscritos,
uno del siglo IX y otro del siglo XI”.
Conocemos “La Historia de Thucydides”, ‘The History of Thucydides’
(460-400 a.C.) por ocho manuscritos; el más antiguo pertenece al año
900 d.C., algunos son papiros borradores que pertenecen al comienzo de
la era cristiana. Lo mismo es cierto para la “Historia de Herodotus”,
‘The History of Herodotus’ (488-428 a.C.).”
“Aún así, ningún escolar clásico escucharía el argumento de
que la autenticidad de Herodotus o Thucydides está en duda, debido a
que los primeros manuscritos de sus obras que nos puedan ser de utilidad,
salieron mas de 1.300 años después que los originales”. |
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EsTableciendo una Relación con Dios |
La meta
de este sitio web incluyó el equiparlo a usted con un buen entendimiento
de la naturaleza de Dios, de quien es Dios, quien es Jesucristo, y cual
el plan de salvación de Dios. El escritor de este sitio web desea invitarle
a recibir a Jesucristo a través de una sencilla oración. Jesús dijo:
“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Orar es hablar
con Dios. Dios conoce su corazón y no le importan tanto sus palabras
sino la actitud de su corazón. A continuación tiene una oración sugerida:
"Señor
Jesús te necesito. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Entra
ahora en mi vida, te recibo como mi Salvador y mi Señor. Gracias por
perdonar mis pecados y darme la vida eterna. Te pido que tomes el control
de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.”
Al pedirle a Jesús que entre a su vida y al aceptarle a Él,
usted ha iniciado una relación contractual con el Dios del universo que
le da la vida eterna. Esto no es un momento emocional pasajero, ni un
sentimiento temporal. Su Espíritu Santo ahora mora en usted, y con su
cooperación, le transformará en una nueva criatura. |
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....Así que ¿hay acaso alguna autoridad bíblica que afirme que Maria Magdalena estuvo casada con Jesús? ..
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